El pasado 19 de noviembre, el jurado del juicio contra los cuatro acusados del doble crimen que se produjo en abril de 2022 en Los Yesos, una pedanía del pueblo granadino de Sorvilán , consideró a todos ellos culpables de asesinato y agresión sexual. Subrayaron sus componentes que se produjo un «homicidio con ensañamiento» sobre la pareja a la que atacaron y que a ella la desnudaron y la tocaron. Para dos de ellos se pidió la prisión permanente revisable, el máximo castigo previsto por la legislación española, y quedaba por conocer la sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Granada, donde se desarrolló el juicio. El criterio que ha prevalecido ha sido el mismo, así que dos de los enjuiciados son condenados a prisión permanente revisable, mientras que los otros dos reciben una condena de 59 años de prisión. Fuentes del TSJA han asegurado a ABC que no les consta que haya habido otra sentencia anterior en Granada a prisión permanente revisable. En Andalucía sí ha habido algunos casos, han añadido. El caso que ahora se falla se produjo el 21 de abril de 2022 en un cortijo de Los Yesos propiedad de un hombre de 62 años. Allí había acudido su pareja, de 42, que había sido concejal en el Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro. Sus cadáveres fueron encontrados semidesnudos en un barranco en las proximidades. En el juicio, los cuatro acusados mantuvieron actitudes diferentes : dos de ellos aseguraron que todo lo tramaron entre los cuatro, mientras que los otros dos mantuvieron que su única intención fue la de asustar a la pareja. Todos sus argumentos fueron desmontados. Los dos condenados a prisión permanente revisable también lo son a 44 años de privación de libertad. Se les acusa no sólo del asesinato sino también de un delito contra la libertad sexual , ya que se da por constatado que desnudaron y tocaron a la mujer, si bien no la violaron. Esa agresión se castiga con seis años y no termina ahí la relación de crímenes, puesto que la Audiencia también considera probados los de robo con violencia y tenencia ilícita de armas. Las víctimas, según consta en la sentencia que ahora se ha emitido, fueron degolladas , pero antes de eso él fue torturado hasta que confesó el lugar donde guardaba el dinero. Ellos lo robaron, mataron a la pareja, cargaron sus cadáveres en un coche y los arrojaron por un barranco.