Muere Brigitte Bardot, musa de Godard y gran icono de la cultura francesa

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Durante décadas, Brigitte Bardot lo fue todo dentro de la cultura francesa, mientras tardaba poco en erigirse como una estrella internacional.No solo dentro del cine, sino también en el mundo de la moda y de la música popular. Antes de amasar toda esa fama, Brigitte Anne-Marie Bardot había nacido en París en 1935, y se había aficionado al ballet y la danza clásica. De forma que, hacia 1947, fue aceptada en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza, y llegó a estudiar con la misma Leslie Caron que luego encabezaría Un americano en París.Entrados los 50 sin embargo empezó a sentir interés por el cine, para lo que fue decisivo conocer a Roger Vadim. En 1952, mismo año en que su presencia debutaba en dos películas (Le trou normand y La chica del bikini), fue también cuando se casó con Vadim. Quien, por entonces, aún no había debutado como director, y Bardot le tomó la delantera acaparando los primeros focos. Llegado 1953 ya podía presumir de haber trabajado con Anatole Litvak, uno de los popes de Hollywood, y de haber compartido cartel con Kirk Douglas en Acto de amor.A esta producción ambientada en la Segunda Guerra Mundial le siguió La luz de enfrente, ya habiéndose asegurado por entonces de aspirar solo a papeles protagonistas. Igualmente quiso apoyar a su marido en su debut al cine, lo que fue una excelente decisión para ambos.Bardot se consagró con Y Dios creó a la mujer en 1956, que hizo una gran taquilla en Francia y convirtió en un icono a su protagonista, una mujer totalmente liberada que el imaginario del público vincularía por siempre con Bardot. Ayudó mucho algo tan memorable como aquella escena en que Bardot bailaba descalza en una mesa: mito erótico instantáneo.Justo por entonces Bardot tuvo una aventura con su coprotagonista en Y Dios creó a la mujer, Jean-Louis Trintignant, de forma que un año después ella y Vadim se habían separado. Bardot, como estrella que ya era, se puso a continuación a las órdenes de Robert Wise para Helena de Troya, luego de hacer una aparición antológica en Cannes. Protagonizaría junto a Jean Gabin El amor es mi oficio en el 58, mientras que su ruptura con Vadim no implicaba que ambos quisieran dejar de trabajar juntos.Vadim volvió a dirigirle entonces en Los joyeros del claro de luna (1958), A rienda suelta (1961) y El descanso del guerrero (1962). Con el cambio de década Bardot tuvo dos taquillazos categóricos: Babette se va a la guerra en 1959, y al año siguiente La verdad, que dirigía H.G. Clouzot y fue nominada al Oscar a Mejor película internacional.En los 60 Bardot había alcanzado tanta omnipresencia mediática como para no solo probar como modelo, sino también irrumpir en el mundo de la canción. Lo hizo contando esporádicamente con las composiciones de Serge Gainsbourg, de modo que fue otro campo fructífero mientras seguía trabajando con los grandes actores y directores de la época. En 1962 protagonizó junto a Marcello Mastroianni Una vida privada. Dirigía Louis Malle, con quien volvería a trabajar en ¡Viva María!Por entonces la industria francesa ya había sido sacudida por la Nouvelle Vague que lideraba Jean-Luc Godard, y el ínclito cineasta no pudo resistirse a trabajar con Bardot en su película de vocación más hollywoodiense, El desprecio (1963). Quedaron tan satisfechos con su colaboración como para repetir tres años más tarde, para Masculino, femenino, mientras el estrellato de Bardot empezaba a languidecer. Después de 'El desprecio'Two weeks in september fracasó en taquilla en 1967, y tampoco tuvo un papel muy memorable en Shalako, un western con Sean Connery.Bardot pudo presumir de participar en un proyecto tan prestigioso como Historias ordinarias, donde tres reputados directores europeos adaptaban los relatos de Edgar Allan Poe (dos de ellos conocidos de Bardot, Louis Malle y Vadim, siendo el tercero Federico Fellini). Llegados los 70 Bardot hizo las delicias de los mitómanos al protagonizar junto a Claudia Cardinale (otro sex-symbol del momento) Las petroleras: un western cómico. Y empezó a acariciar la jubilación una vez superaba las 45 películas, fijando su despedida en Si Don Juan fue una mujer. Otra película dirigida por su inseparable (aunque fuera su ex marido) Vadim.Que Bardot se jubilara en el 73 no implicó que se apartara desde entonces de la atención mediática: sin ir más lejos en el 74, para celebrar su 40 cumpleaños, posó desnuda en Playboy. Y Bardot aprovechó su fama en las décadas siguientes para promover el activismo por los derechos de los animales (con especial interés por los caballos y la fauna marina). En los años 80 se le diagnosticó cáncer de pecho, pero lo superó.Bardot llegó a casarse cuatro veces a lo largo de su vida, siendo el cuarto marido Bernard d’Ormale el ex-asesor del político Jean-Marie Le Pen (fallecido en 2025). Es lo que nos lleva a la faceta más incómoda de Bardot, y es cómo su activismo político fue derivando tardíamente en una estrecha afinidad con postulados xenófobos y ultraderechistas. A la hija de Le Pen, la líder del Frente Nacional Marine Le Pen, Bardot llegó a describirla como “la Juana de Arco del siglo XXI”.A las opiniones de Bardot en contra del Islam y la inmigración sumamos su rechazo al MeToo en 2017, y posteriormente su adscripción al movimiento antivacunas durante el COVID-19. Bardot fue multada varias veces por injurias raciales y delitos de odio.