El otro día, mientras intentaba comprar entradas para un concierto de Rosalía y un peluche de CAT sí, el merchandising también genera ansiedad, pensé que el fútbol, bien mirado, funciona cada vez más como una gira de conciertos. Los pases no los conseguí, pero el peluche sí, y en ambos casos hay un ingrediente clave: el FOMO. Ese miedo a quedarse fuera que nos empuja a pagar precios que, en un contexto racional, nos harían levantar la ceja. Aquí no. Aquí pagamos y listo, porque queremos estar.Seguir leyendo....