El viento solar es como una corriente constante de partículas cargadas que fluye desde el Sol hacia los confines del sistema solar. Aunque no lo percibimos directamente desde la superficie terrestre, esta corriente puede generar efectos importantes en nuestra tecnología. Cuando se intensifica, puede alterar la atmósfera terrestre, afectar el funcionamiento de satélites, dañar sus componentes electrónicos e incluso provocar fallos en sistemas de navegación y redes eléctricas.En 2022, un caso emblemático de esta amenaza fue la pérdida de 40 satélites Starlink por parte de SpaceX debido a una tormenta geomagnética inesperada. Este tipo de incidentes subraya la necesidad de contar con sistemas de predicción del clima espacial que sean confiables y que ofrezcan anticipación suficiente para prevenir daños.El papel de la inteligencia artificial en la observación solarUn equipo de investigadores de la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi (NYUAD) ha desarrollado un sistema basado en inteligencia artificial (IA) capaz de predecir con alta precisión la velocidad del viento solar hasta con cuatro días de anticipación.Este modelo fue entrenado utilizando imágenes en ultravioleta extremo del Sol, captadas por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA. A partir de estos datos visuales, la IA aprende a identificar patrones asociados con la generación del viento solar.A diferencia de los modelos tradicionales que dependen de simulaciones físicas complejas o de datos limitados, este nuevo enfoque se centra en lo que «ve» el Sol, de forma similar a como un meteorólogo analiza las nubes para anticipar una tormenta. La diferencia está en que, en lugar de nubes, el sistema analiza las estructuras en la atmósfera solar para identificar señales tempranas de actividad.Precisión mejorada: 45% superior a modelos operativosSegún el estudio publicado en The Astrophysical Journal Supplement Series, el nuevo sistema supera en 45% la precisión de los modelos operativos actuales. Incluso en comparación con otros modelos basados en IA, su rendimiento es un 20% superior.Esto se debe a su capacidad para integrar información visual y numérica mediante una arquitectura llamada «encoder-decoder multimodal». Este tipo de red neuronal no solo reconoce patrones, sino que también aprende a traducir esas señales visuales en predicciones concretas sobre el viento solar.La investigación fue liderada por Dattaraj Dhuri, investigador postdoctoral en NYUAD, junto con Shravan Hanasoge, codirector del Centro de Ciencias del Espacio (CASS). Ambos destacan que la combinación de datos de alta resolución con algoritmos avanzados permite una comprensión más profunda de la dinámica solar.Salvaguardando la tecnología en la Tierra y el espacioHoy en día, el funcionamiento de una gran parte de nuestra infraestructura depende de la estabilidad del entorno espacial. Satélites de telecomunicaciones, redes GPS, estaciones espaciales y hasta el suministro eléctrico en algunas regiones pueden verse comprometidos por tormentas solares intensas. Cuanta más anticipación tengamos, más margen existirá para tomar medidas preventivas: reorientar satélites, desconectar equipos sensibles o incluso ajustar rutas aéreas.Por ejemplo, si una compañía sabe que una tormenta solar fuerte se aproximará en tres días, puede decidir poner en «modo seguro» sus satélites, minimizando así los riesgos de daño permanente. Este tipo de decisiones requieren datos confiables y oportunos, que hasta ahora eran difíciles de obtener con suficiente antelación.La IA como aliada en la ciencia espacialEste avance refleja cómo la inteligencia artificial está encontrando aplicaciones concretas en la predicción del clima espacial, una de las áreas más complejas de la ciencia actual. A diferencia de otras predicciones atmosféricas, en el espacio no contamos con estaciones meteorológicas distribuidas, sino que dependemos de la observación remota y del modelado matemático.Al entrenar la IA con imágenes solares y datos de velocidad del viento previamente registrados, el sistema aprende a reconocer correlaciones que muchas veces pasan desapercibidas para el ojo humano o para modelos clásicos. Este enfoque data-driven ofrece una nueva vía para afrontar los retos que plantea el comportamiento del Sol.A largo plazo, esta tecnología podría incorporarse en centros de vigilancia espacial como los operados por la NOAA o la ESA, fortaleciendo los sistemas globales de alerta temprana.Ciencia colaborativa para un entorno espacial seguroDetrás de este logro está un trabajo de colaboración entre expertos en física solar, ciencia de datos e ingeniería espacial. Este tipo de iniciativas demuestran cómo la ciencia moderna avanza en la intersección entre disciplinas, y cómo la IA no reemplaza a los científicos, sino que potencia sus capacidades.En un escenario donde el espacio se vuelve cada vez más concurrido, con constelaciones de miles de satélites en órbita y futuras misiones tripuladas a la Luna y Marte, contar con herramientas que predigan de forma confiable el comportamiento del viento solar no es un lujo, sino una necesidad.La noticia Un nuevo modelo de IA mejora la predicción del clima espacial y protege a los satélites fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.