El 2025 ha sido un año de transformaciones aceleradas en el mundo de la inteligencia artificial, dejando una estela de avances concretos en medicina, defensa, entretenimiento, seguridad digital y legislación. Los desarrollos han sido tan diversos como impactantes, y muestran una consolidación del papel de la IA como motor de cambio en múltiples industrias. A medida que se cierra el año, repasamos algunos de los hitos más relevantes y sus implicaciones en el corto y largo plazo.IA en medicina: diagnóstico, tratamiento y prevenciónLos avances en salud han sido especialmente notables. Investigadores chinos presentaron un sistema que automatiza revisiones clínicas usando procesamiento de lenguaje natural, lo que permite extraer y analizar evidencia médica de forma rápida, ahorrando tiempo en la transición del laboratorio a la práctica clínica. Esto podría reducir el sesgo humano en la medicina basada en evidencia.Otro avance clave es la capacidad de ciertos modelos de IA para detectar enfermedades cardíacas a partir de un simple EKG de 10 segundos, como lo demuestra el trabajo de la Universidad de Michigan, que permite diagnosticar afecciones como la disfunción microvascular coronaria, antes requeridas técnicas invasivas. A la vez, nuevos sistemas aplicados a radiografías de tórax pueden predecir la edad biológica de una persona, revelando riesgos cardiovasculares antes de que se manifiesten síntomas.En oncología, un modelo de IA ha diseñado una molécula que mejora la eficacia de la quimioterapia en el tratamiento del cáncer de páncreas, lo que ofrece nuevas oportunidades terapéuticas para una de las enfermedades más agresivas.El papel de la IA en momentos de crisis y seguridadUn episodio trágico en Bondi reveló cómo la IA puede amplificar la desinformación. Se propagaron imágenes manipuladas y teorías conspirativas generadas por algoritmos, generando una «realidad fragmentada» que entorpeció la comunicación oficial. Este evento refleja la urgencia de establecer mecanismos de verificación robustos y alfabetización digital frente a contenidos sintéticos.En el ámbito militar, el ejercicio «Scarlet Dragon» del Departamento de Defensa de EE.UU. probó la aplicación de IA en la toma de decisiones en combate. Aunque la tecnología permitió acortar el tiempo de respuesta entre la detección y acción, se recalcó la necesidad de supervisión humana constante, evitando una delegación ciega en algoritmos durante operaciones críticas.Hollywood, artistas y derechos ante la automatizaciónEn la industria del entretenimiento, la IA también genera tensiones. Actores, guionistas y directores se han unido en la «Hollywood Creators Coalition on AI», que busca limitar el uso no autorizado de la imagen y voz digital de los artistas. Esta iniciativa surge en un momento donde las herramientas generativas pueden replicar rostros, expresiones y timbres de voz con asombrosa fidelidad, lo que representa tanto un riesgo para el empleo creativo como para la autenticidad de las obras.A esto se suma una demanda colectiva contra Adobe por entrenar sus modelos de IA con contenido de usuarios sin consentimiento explícito. Las discusiones en torno al derecho de autor en la era algorítmica están lejos de resolverse, y 2026 podría ser un año decisivo en litigios sobre entrenamientos de modelos generativos.Cambios en el mercado: euforia, regulación y cautelaEl entusiasmo por la IA también encontró freno en los mercados financieros. Los índices Dow Jones y S&P 500 registraron caídas impulsadas por una creciente percepción de «burbuja IA», donde las expectativas de retorno superan los beneficios tangibles hasta ahora. Esta corrección refleja un ajuste hacia una evaluación más pragmática de las inversiones en tecnologías emergentes.Simultáneamente, el ecosistema de startups en Israel ha mostrado signos de fatiga ante la reducción de fondos semilla. La inestabilidad política y la fuga de talento hacia Estados Unidos alimentan el temor de perder competitividad global en IA. Las voces locales piden regulaciones claras y apoyo institucional para evitar una desaceleración estructural.Progresos en plataformas y herramientas abiertasDesde el sector privado, destacan lanzamientos como «Nemotron 3» de Nvidia, una familia de modelos de IA agentica que permite razonamiento entre múltiples agentes y manejo de contextos largos, optimizados para desarrollos autónomos. También se lanzó «Orchestral», una plataforma de McCrae Tech pensada para integrar IA en el entorno clínico, estandarizando datos y facilitando despliegues a gran escala.Por su parte, el NOAA (Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU.) ha implementado nuevos modelos meteorológicos basados en IA, capaces de predecir eventos climáticos extremos con mayor anticipación. Esto representa un cambio profundo en la forma de gestionar riesgos climáticos, desde huracanes hasta incendios forestales.IA y experiencia del consumidorEn el sector comercial, DoorDash lanzó «Zesty», una aplicación social impulsada por IA para descubrir restaurantes basada en gustos personales, recomendaciones de influencers y tendencias locales. Esta propuesta busca conquistar el espacio previo a la decisión de compra, compitiendo directamente con redes sociales en el terreno de la exploración gastronómica.Meta también actualizó sus gafas inteligentes con una función de mejora de conversaciones en entornos ruidosos. Gracias a algoritmos de procesamiento de audio direccional, las gafas amplifican la voz de la persona que el usuario está mirando y reducen el ruido de fondo, posicionándose como una herramienta de «audición aumentada».Un cierre de año cargado de dilemasLa velocidad de estos desarrollos deja un sabor agridulce. Por un lado, hay esperanzas palpables: mejoras en salud, innovaciones para el bienestar y herramientas que acercan el conocimiento a más personas. Por otro, surgen tensiones legales, éticas y sociales que nos obligan a pensar qué tipo de convivencia queremos tener con estas tecnologías.Si algo ha quedado claro en 2025 es que la IA ya no es una promesa lejana, sino una realidad cotidiana que transforma desde lo más invisible (como los algoritmos que gestionan el tráfico) hasta lo más personal (como los diagnósticos médicos y nuestras decisiones de consumo). Entramos en 2026 con más preguntas que respuestas, pero también con más herramientas para hacerles frente.La noticia Las novedades en inteligencia artificial que marcaron el cierre de 2025 fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.