Lamine Yamal firmó un 2025 sobresaliente, un año que marcará un punto de inflexión en su precoz trayectoria y que lo sitúa entre los futbolistas más desequilibrantes del panorama internacional. Por su impacto, la vistosidad de su juego y la ilusión y admiración que despierta entre los aficionados, el extremo azulgrana ha convertido el regate en una seña de identidad. Cuando el balón pasa por sus pies, algo sucede. Una capacidad que explica su influencia en el juego del equipo de Hansi Flick y su creciente proyección mundial.Seguir leyendo...