Lo que pone a prueba la caja de las MiPymes. Foto: tomada de FreepikCon la declaratoria de estado de emergencia económica, el anuncio esperado en el aumento del salario mínimo, el pago de cesantías entre enero y febrero y la entrada en vigor de decretos y ajustes regulatorios, hacen que la liquidez con la que las empresas cierren este mes sea determinante para su estabilidad en el primer trimestre del próximo año.Lo anterior, más costos elevados, márgenes estrechos y ciclos de pago cada vez más largos (especialmente en relaciones B2B donde los plazos de recaudo superan los 60 y 90 días), ubican este mes como la época de mayor tensión de caja empresarial y preparadas estarán las compañías para absorber los cambios que vienen.“La salud financiera del Q1 de 2026 se juega en diciembre: las empresas que entren con liquidez limitada enfrentarán mayores riesgos operativos, menor capacidad de reacción y decisiones empresariales condicionadas. En Platam hemos visto cómo este contexto ha disparado la demanda por soluciones flexibles como nuestras líneas rotativas, que van desde $500.000 hasta $60 millones, y cuyas evaluaciones de cupo se basan en ventas reales, no en historial crediticio”, explicó Nicolás Villa, CEO de Platam.Y es que, de acuerdo con reportes del sistema financiero bajo supervisión de la Superintendencia Financiera de Colombia, los atrasos de pago han aumentado durante el segundo semestre del año, una tendencia que suele acentuarse en el cierre de diciembre.Para las MiPymes, este comportamiento representa un riesgo adicional: iniciar el año con cuentas por cobrar lentas y obligaciones inmediatas por atender.“La clave no es solo ayudar a las compañías a atravesar diciembre. Nuestro enfoque es que inicien 2026 con solidez, sin rezagos y sin tener que frenar operación o crecimiento por falta de caja. Cuando la liquidez se gestiona con tecnología y análisis, se convierte en una ventaja estratégica real”, puntualizó el CEO y experto en finanzas.En este contexto, la gestión de la liquidez deja de ser una tarea operativa y se convierte en una decisión estratégica de cierre de año.Así las cosas, Villa concluyó que más allá del capital disponible, las MiPymes necesitan previsibilidad: saber con qué recursos arrancarán enero, cómo cubrirán nómina y cesantías y qué margen tendrán para operar sin frenar su actividad.