Así es la Galería Apolo del museo Louvre, el escenario del robo de las joyas de Napoleón

Wait 5 sec.

Visitar el Louvre es, para muchos, una experiencia casi mística. Entre sus muros se respira la historia de Europa , el esplendor de reyes y el legado de grandes artistas . Sin embargo, este domingo, el museo más visitado del mundo fue escenario de un robo que ha dejado en shock a sus visitantes. A plena luz del día, un grupo de encapuchados irrumpió en el edificio por una ventana que da al Sena, valiéndose de un montacargas utilizado por los obreros que desde hace años trabajan en la restauración del complejo. En cuestión de minutos, los ladrones sustrajeron nueve piezas de joyería que formaban parte de la colección de Napoleón y la Emperatriz , expuestas en uno de los espacios más emblemáticos del museo: la majestuosa Galería Apolo. Un escenario de oro, luz y mitología que durante siglos ha simbolizado el poder absoluto, y que hoy, por ironía del destino, ha vuelto a brillar por una razón muy distinta a la que soñaron sus creadores. La 'Galerie d´Apollon' es una de las estancias más emblemáticas del Louvre . Ubicada en el primer piso del ala Denon, sobre la Pe­tite Galerie, esta galería se construyó por mandato del rey Luis XIV , quien emprendió su reconstrucción tras un incendio ocurrido en 1661 . La decoración, bajo la visión del arquitecto Louis Le Vau y del pintor real Charles Le Brun , se inspiró en la figura de Apolo y en los ciclos del sol, del tiempo y de los astros: la bóveda representa la carrera del dios del Sol , de la aurora al anochecer, y muestra signos zodiacales, continentes y estaciones en un prodigio ornamental de escultura y pintura que ensalzan la figura del Rey Sol. A lo largo del siglo XIX recibió su decoración final bajo la dirección de Félix Duban y con la contribución de Eugène Delacroix , autor del célebre «Apolo venciendo a la serpiente Pitón», una obra de 12 metros de ancho que simboliza el triunfo de la luz sobre la oscuridad. En cuanto a sus dimensiones , la galería cuenta con unos 600 m² de superficie (61,34 m de largo por 15 m de alto) y sirvió de modelo para un icono del clasicismo francés : la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles . En su espacio se ubicó desde 1887 la exposición de las joyas de la corona francesa, donde diamantes legendarios como el Régent, el Sancy, el Hortensia o piezas montadas para Napoleón I o la emperatriz Eugenia han sido parte de ese conjunto. Además de la llamada espinela Côte de Bretagne , que perteneció a Ana de Bretaña, la gema más antigua que ha sobrevivido a su tumultuosa historia de robos, extravíos y ventas. La galería no solo tiene valor por sus colecciones, sino también por su propia presencia arquitectónica. El conjunto decorativo, con más de 100 obras entre pinturas, esculturas y tapices , se despliega en un espacio que tardó más de dos siglos en culminarse. Visitarla es adentrarse en la historia viva del arte francés: desde el barroco mueble de Le Brun hasta el romanticismo de Delacroix, pasando por la restauración del siglo XXI. Hoy, tras el sorprendente robo, la galería adquiere un matiz diferente. Ya no es sólo lugar de contemplación, sino también escenario de un crimen que ha sacudido el corazón del Louvre.