Puso su dulzura en las calles hace tan solo un mes durante la Misión Evangelizadora Diocesana y ahora en pleno octubre llevó su jubilosa procesión anual por las calles y casas del Campo de la Verdad de Córdoba. Con saya roja, pellica rosa y manto morado en brocado, y tocada con pamela cargada de flores, la Divina Pastora de las Almas protagoniza esta primavera sostenida en octubre al otro lado del río. Junto a su paso, nada más salir de la parroquia de San José y Espíritu Santo ha contagiado de alegría y fervor todas las casas y todos aquellos que la vieron. El risco, con una rica variedad de flores, lleva grandes rosas rosas y rosas ramificadas, símbolo del amor divino. Las astromelias y los nardos aportan su perfume y signo de pureza, junto a hojas de roble blancas y rosadas, lentisco y helecho en los que reina la Pastora junto al Buen Pastor. La juventud está muy presente en este cortejo, sus manos han preparado todos los adornos para engalanar la salida, y lleva al fervor a gente de todas las edades que puebla el barrio. La banda de música de la Estrella , que venía el día anterior de escribir una jornada única ante el Señor de la Redención en un momento final del traslado del Vía Crucis Magno, pintó de alegría la jornada con sus sones este domingo por la mañana.