Acusan al cura de un pueblo de Sevilla de impedir a una joven con síndrome de down ser madrina en un bautizo

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Más de 3.000 vecinos de Benacazón (Sevilla), de un total de 7.300, han firmado en apoyo a la destitución del sacerdote de la localidad, José Antonio Morón, tras no permitir que Noelia Vega, una joven de 19 años con síndrome de Down, sea madrina del bautizo de un niño.El caso se difundió el pasado fin de semana a través de redes sociales por el padre del niño, Manuel Jaén, quien compartió un vídeo de casi 20 minutos explicando que el sacerdote quiso conocer previamente a la joven antes de aprobar su papel como madrina. Durante la reunión, Morón planteó preguntas sobre el significado del bautismo y los conocimientos litúrgicos de la ceremonia, a las que la joven no pudo responder completamente.Tras esta interacción, la joven fue declarada "no apta" para ser madrina del bautizo, lo que ha generado la reacción de la familia. Manuel Jaén sostiene que, aunque Noelia presenta ciertas dificultades para expresarse, está plenamente capacitada para asumir esta función.Jaén recuerda que, según las normas para ser madrina de un bautizo, solo se requiere haber recibido la Comunión y la Confirmación, requisitos que la joven cumple. Tanto los padres del niño como los de Noelia han expresado su indignación mediante vídeos en redes sociales y han impulsado una recogida de firmas, tanto en línea como presencialmente, solicitando al Arzobispado de Sevilla la destitución del sacerdote.El padre sólo quiere que se pueda celebrar el bautizoEl padre del niño aclara que su objetivo principal no es que Morón sea apartado de su cargo, sino garantizar que el niño sea bautizado y que Noelia pueda desempeñar su papel como madrina. Señala, además, que otro sacerdote de un municipio sevillano ha ofrecido su apoyo y no ve inconveniente en que la joven asuma esta función.Para Gori Vega, padre de Noelia y promotor de la recogida de firmas, el caso se inscribe en una "larga serie de discriminaciones hacia personas transgénero, divorciadas y familias no tradicionales". Vega ha solicitado al Arzobispado una respuesta inmediata, la destitución del sacerdote y una disculpa pública. Considera que negar a su hija este derecho constituye una discriminación injusta que contradice los valores de amor, respeto y acogida que la Iglesia debería representar. Ni el párroco ni el Arzobispado han querido pronunciarse al respecto, según EFE.