Físicos de Polonia aseguran haber encontrado una clave matemática que podría unir las dos teorías más poderosas —y más incompatibles— de la ciencia moderna: la relatividad general y la mecánica cuántica. Su hipótesis propone que el universo podría “aplanarse” como la piel de una naranja, y que la gravedad habría estado presente en la física cuántica desde el principio, sin que nadie lo notara