Este sábado, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, veía “muy cerca” un acuerdo que ponga fin a los casi dos años de horror en Gaza —se cumplen el próximo martes—, Ali Musa al Dibs cuidaba en la asediada capital de la Franja de su hijo adolescente Musab, en coma desde mayo, cuando un ataque israelí lo hirió de gravedad en la cabeza. Musab tiene necrosis y está enormemente desnutrido, cuenta su padre. En las fotos aparece esquelético y ha perdido mucho pelo, uno de los síntomas de la inanición.Seguir leyendo