Javier Castaño era el único superviviente del cartel inicial. Ni Rafaelillo ni Antonio Ferrera pudieron acompañarle en la tarde de su despedida. Le arroparon, en el baile de nombres Pepe Moral y Gómez del Pilar , y no hubo motivos para lisonjas, al contrario. Un ambiente sombrío y gris en un triste adiós con el fiasco de la corrida concurso como telón de fondo. Castaño lo intentó con el de Concha y Sierra, una rata protestada sin fondo ni forma al que mató mal, y nada pudo hacer con el inválido de Julio de la Puerta que hizo cuarto. Pitos y silencio le acompañaron en un día para olvidar , si acaso la efeméride y la foto. No mejoraron las... Ver Más