Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, apuesta por el comercio internacional y la atracción de inversiones extranjeras, no sólo para impulsar su crecimiento, sino también para reducir las brechas de género en el país, donde el 51,5% de la población son mujeres.Le puede interesar: El Producto Interno Bruto de Brasil se desacelera en el segundo trimestreAsí lo afirmó en entrevista con EFE la directora de negocios de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones de Brasil (ApexBrasil), Ana Paula Repezza, quien destacó el potencial económico y social de una mayor participación femenina. Repezza explicó que, como las empresas que comercializan con otros países pagan mejores salarios y son más resilientes a las crisis, el comercio exterior supone para las mujeres una importante oportunidad para elevar sus ingresos.Cuando tienen una mayor renta, ellas tienden a invertir en alimentación o educación para su familia, lo que mejora las condiciones para las generaciones futuras y genera un “ciclo virtuoso” de impacto en toda la economía.“Es muy potente esta ecuación que une las empresas exportadoras al hecho de que las mujeres que tienen más ingresos van a reinvertirlos en las futuras generaciones. Esto convierte el comercio exterior en una gran herramienta de disminución de la desigualdad social”, sostuvo la directora. Un camino sin retornoSegún un informe del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, apenas el 2% del valor total exportado por Brasil en 2024, que alcanzó los 337.000 millones de dólares, correspondió a empresas con mayoría femenina en la estructura societaria.BrasiliStockNo obstante, el estudio revela señales de cambio: la proporción de compañías exportadoras con mayoría de mujeres socias pasó de un 13,9% en 2022 a un 14,5% en 2024, con especial presencia en micro y pequeñas empresas.Para Repezza, es evidente que hay “una conciencia mucho mayor sobre la importancia de la participación de las mujeres” y del desarrollo de políticas públicas que faciliten esta inclusión.“En los últimos años la inclusión de la mujer en el mercado de trabajo y en la economía brasileña es cada vez mayor y esto es un camino sin retorno”, defendió. Apoyo y cooperaciónPara acelerar este cambio, ApexBrasil busca apoyar y potenciar el liderazgo femenino con el programa Mujeres y Negocios Internacionales (MNI), que desde 2023 ha alcanzado a más de 4.000 empresas.Con más de 70 aliados estratégicos, la iniciativa ofrece desde capacitaciones técnicas y socioemocionales hasta rondas de negocios, además de misiones internacionales.“El intercambio internacional ayuda mucho, porque ellas perciben que los problemas muchas veces son los mismos y esto genera una conexión emocional que favorece una mayor comprensión y también la búsqueda de soluciones, además de poder culminar en acuerdos comerciales”, detalló Repezza.Osaka, un escaparate para el cambio Con su participación en Expo Osaka 2025, que concluye el próximo 13 de octubre en Japón, Brasil busca no solo fortalecer conexiones globales, sino también proyectarse como un escaparate para el empoderamiento femenino.Recomendado: Brasil prolonga control monetario restrictivoEn su pabellón de 373 metros cuadrados, dividido en espacios inmersivos que reflejan la preservación de la naturaleza o la diversidad, ya han pasado casi dos millones de visitantes desde abril. De forma paralela, en agosto el país promovió la Semana de la Mujer, con atracciones musicales, un desfile de moda, reuniones de negocios y debates. El tema de la Expo este año es el futuro que queremos, y no se puede pensar en un futuro que no sea inclusivo, en el que la mujer no pueda ejercer plenamente todas sus capacidades (...) El lugar de la mujer es donde ella quiera, en todo el mundo”, concluyó Ana Paula Repezza.EFE