Tadej Pogacar volvió a demostrar que no ha nacido en Eslovenia si no en algún lugar recóndito de la galaxia. Revalidó en Ruanda el título mundial de ciclismo con una exhibición tan grande y tan bestia como la que le sirvió el año pasado para convertirse en Zúrich, y por primera vez en su carrera profesional, como campeón del mundo.Seguir leyendo....