Muerte en el circo: una acróbata española pierde la vida en Alemania tras caer del trapecio

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Una joven acróbata española de 27 años ha perdido la vida durante una actuación circense en la ciudad de Bautzen, en el estado alemán de Sajonia. Según confirmó la Policía Local, la artista cayó desde una altura de cinco metros mientras realizaba su número en el trapecio, falleciendo en el mismo lugar del accidente. El portavoz policial, Stefan Heiduck, detalló que la función se desarrollaba ante un centenar de personas, muchas de ellas familias con niños, cuando se produjo la tragedia.Un espectáculo que terminó en dramaEl propio portavoz policial explicó que “el equipo de intervención en crisis se puso en marcha de forma inmediata y atendió a los espectadores y al resto de empleados del circo”. Pese a los esfuerzos, la conmoción se apoderó de la carpa y numerosos asistentes decidieron abandonarla tras presenciar la caída. Heiduck subrayó la importancia de prestar apoyo psicológico a los presentes, especialmente a los menores: “Sobre todo en el caso de los niños, es importante ayudarlos antes de que se genere un trauma”.Reacciones del mundo del circoEl accidente ha llevado a suspender las actuaciones previstas, y todo apunta a que la compañía desmontará la carpa en los próximos días. La primera función del circo se había celebrado apenas 24 horas antes del suceso. Desde la Asociación Alemana de Circos, su presidente, Ralf Huppertz, expresó consternación por lo ocurrido, calificando el episodio de un trágico accidente: “Es una experiencia terrible, sobre todo para los visitantes y los niños”, señaló.El propio Huppertz explicó que este tipo de artistas son plenamente conscientes de los riesgos que asumen y los evalúan constantemente. Aun así, manifestó su sorpresa por el desenlace: “Cinco metros no es una altura especial para ellos, que están bien entrenados y son musculosos. Debió tener muy mala suerte o caer sobre un obstáculo”.La Policía Local ha calificado el siniestro como un accidente laboral y, por el momento, no existen indicios de negligencia o culpa ajena. Según las investigaciones preliminares, suelen ser los propios acróbatas quienes se encargan del montaje de sus equipos, lo que reduce las posibilidades de un error externo.