Olvido culpable, de Rafael Fonteriz

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Edición original: Olvido culpable (Cartem Cómics, 2025)Guion, Dibujo y Color: Rafael FonterizDirector editorial: Daniel DiezEdición y revisión de textos: Elena HernándezFormato y precio: Cartoné. 120 páginas. 29,95€Huyendo del pasado.«Desde que llegue a este pueblo me siento extraño.»Sinceramente, cuando hace un par de semanas elegí Olvido culpable de Rafael Fonteriz (Valencia,1961) como una de mis recomendadas dentro de sección de novedades destacadas de esta santa casa que mi queridísimo Jordi T. Pardo lleva años coordinado con el buen hacer que es su sello de identidad, no sabía que se trataba de un cómic que había estado publicando en sus rr.ss., así que lo hice sin haberlo leído. Una recomendación que estaba fundamentada en lo atractivo de la premisa, una portada increíblemente sugestiva y el buen recuerdo que tenia de la lectura de Efecto Dominó, el cómic como autor completo que había publicado por entregas en la revista El Víbora y que Edicions de Ponent había recopilado en un solo volumen hace más de veinte años. Tras haberlo devorado puedo decir sin sonrojo que el acierto ha sido mayúsculo, ya que es un cómic soberbio y fascinante que te mantiene en vilo hasta la página final.Olvido culpable nos cuenta la historia de Daniel Ferrer, un periodista de investigación de mediana edad, que llega a un pueblo a investigar una serie de misteriosas desapariciones de personas que se han producido en las inmediaciones y que las autoridades no han sabido aclarar. Tras llegar descubre un lugar sombrío donde, como sucede en muchos lugares de la España Vaciada la desesperanza y la falta de oportunidades ha provocado que casi nadie lo habite y todo este en un estado casi ruinoso. Lo mismo que sucede en el destartalado hotel en el que se aloja donde conoce a Irene, la joven responsable del lugar. Tras pasar su primera noche allí al despertar encuentra una misteriosa foto de una mujer que parece contactada con las desapariciones y que se convierte en el catalizador de su investigación, además de despertar los recuerdos de un pasado que pesa como una losa, tanto que lo ha enterrado en lo más profundo de su mente. Estamos ante un thriller íntimo de género negro con elementos sobrenaturales con un guion donde la sensación de misterio en aumento está muy bien llevada. Una historia con reminiscencias de las obras de David Lynch, pero, en lugar de quedarse en un mero pastiche de obras maestras como Twin Peaks o Carretera Perdido, Fonteriz crea un cómic lleno de personalidad que juega con el lector, pero sin caer, en la tentación de engañarle, simplemente dosificando la información y sin giros de guion estridentes, de forma que nunca sepamos más que el protagonista de lo que está realmente sucediendo. A diferencia de otros cómics influenciados por Lynch como la obra maestra de Daniel Clowes Como un guante de seda forjado en hierro, el dibujante de Iberia Inc. no deja que la parte más surrealista y sobrenatural tome el total control de la historia, de forma que su historia turba y desconcierta al lector, pero sin que al finalizarla tenga la sensación de haberse perdido en un mundo tan maravillosamente bizarro como el del creador de Bola Ocho. Tampoco cae en el error de sobreexplicarlo todo tomando por tonto al lector, de hecho, quedan incógnitas por resolver, pero sirven para dotar a la experiencia. Un juego de equilibrios bastante complicado, pero del que sale muy bien parado. Fonteriz construye una historia que en un principio nos puede parecer que se desarrolla en un lugar cualquier de cualquier país occidental, pero al introducir las causas de los problemas que atraviesa el pueblo que son los mismos que cientos de pueblos de la España vaciado dota a Olvido culpable de un localismo que no es óbice para que sea una historia universal en la que los silencios y las pausas llevan la voz cantante de la trama y dicen mucho más que algunos de esos diálogos tan bien escritos que nos encontramos. Quizás se podría haber introducido más elementos locales en el pueblo que es algo impersonal, ya que la historia no perdería universalidad y tendría algo más de personalidad. Aunque Daniel es el protagonista absoluto de la historia, el resto de los personajes tienen muy poco peso, salvo Irene que esta maravillosamente construida. Fonteriz consigue de una forma tan sutil como brillante que desde su primera aparición seamos conscientes de que es alguien tan atrapada como lo está Daniel, aunque en su caso no es por su pasado si no por vivir un lugar que la asfixia.Visualmente Fonteriz hace un trabajo impecable con el dibujo de elegante estilo clásico que le caracteriza heredado de genios como Alex Raymond o Harold Foster. Así que nos encontramos con unos personajes de físicos realistas y llenos de detalles al igual que todo lo que vemos en un cómic donde predomina el blanco y negro y el gris, que sirven para reflejar esas atmósferas pesadas y deprimentes de un lugar en lenta descomposición que también potencian la sensación de misterio. Sin embargo, a lo largo de la obra tenemos pincelas y elementos de otros colores como un cielo azul que refleja esperanza o los rojos de las escenas oníricas y sobrenaturales, en las que también vemos como en ocasiones los dibujos están sin entintar, una combinación que sirve para dotarlos de una sensación de irrealidad. Ese buen manejo del color para narrar la historia también lo podemos ver en como el autor valenciano sabe aprovechar las posibilidades del formato apaisado para usar planos horizontales que dota a la obra de un cariz cinematográfico y que no permiten vislumbrar la desolación exterior del pueblo, pero también la interior del Daniel. Como es habitual, la edición de Cartem es de gran calidad, como extras se incluyen un espléndido prólogo de El Torres, además de bocetos sobre el proceso de creación del cómic que nos permiten ver que en un principio estaba concebido en formato vertical. Olvido culpable ha resultado toda una sorpresa que ha sobrepasado mis expectativas que no eran precisamente bajas. Un trabajo que trae de vuelta a nuestro mercado tras mucho tiempo a un Rafael Fonteriz en plena forma que crea una historia tan absorbente como elegantemente dibujada que sabe cuándo hay que parar y acelerar una trama en la que es tan importante lo que pasa dentro de la mente de los protagonistas como la resolución de las misteriosas desapariciones.Lo mejor• La dosificación del misterio.• El color.• El gran uso de las posibilidades del formato apaisado.Lo peor• El pueblo resulta algo poco definido, una decisión seguramente tomada para hacer la historia más universal, pero que le resta personalidad.