Programas de terapia asistida con perros en hospitales y residencias están revolucionando la recuperación de pacientes pediátricos y adultos mayores. Estas intervenciones no solo humanizan la internación, también reducen la ansiedad, mejoran la movilidad, fomentan la expresión emocional y fortalecen la adherencia a los tratamientos, generando beneficios clínicos y emocionales palpables.