El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena de 16 años de cárcel impuesta a un hombre que abusó sexualmente de sus dos sobrinas políticas, menores de edad, en una finca de Jerez. La sentencia, dictada en apelación, rechaza el recurso de la defensa y ratifica la pena de 16 años de prisión por dos delitos continuados de abuso sexual.La resolución confirma así el fallo de la Audiencia Provincial de Cádiz, que en junio de 2024 declaró probado que el condenado sometió a las niñas, entre 2014 y 2021, cuando tenían entre 5 y 12 años, a todo tipo de abusos y vejaciones sexuales, aprovechando la relación de confianza familiar y situaciones en las que quedaba a solas con ellas en su domicilio y en una finca de su propiedad.Testimonios persistentes y corroboradosEl tribunal de apelación considera que los relatos de las menores resultaron creíbles, coherentes y persistentes, además de contar con corroboraciones periféricas, tanto médicas como psicológicas. Una de las víctimas, según la sentencia, llegó a revelar los abusos tras un episodio de autolesión en el colegio, lo que desencadenó las primeras denuncias.Los informes psicológicos acreditaron la existencia de trastorno de estrés postraumático con síntomas depresivos y ansiosos, compatibles con las secuelas de abusos sexuales prolongados. Además, los forenses detectaron infecciones de repetición y otros indicios físicos que reforzaron el testimonio de las menores.La defensa alegó presunción de inocenciaEl recurso presentado por la defensa del acusado alegaba vulneración de la presunción de inocencia, cuestionando las supuestas contradicciones en los relatos. Sin embargo, el TSJA concluye que las variaciones en las declaraciones de las niñas no afectan a los hechos esenciales y son comprensibles, dado el tiempo transcurrido y la corta edad de las víctimas cuando ocurrieron los hechos.“La palabra de la víctima, aun siendo la única prueba, puede ser suficiente en los delitos contra la libertad sexual”, recuerda la sentencia, que destaca que las menores ofrecieron detalles consistentes y fueron testigos también de parte de los abusos sufridos por la otra.Condena y medidas accesoriasLa condena definitiva incluye 11 años de cárcel por los abusos a una de las menores y 5 años por los cometidos contra la otra, además de medidas de alejamiento y prohibición de comunicación con las víctimas durante periodos de entre 6 y 16 años.El acusado también ha sido condenado a indemnizar a las niñas con 26.000 euros en total por daños morales y a cumplir una medida de libertad vigilada de cinco años tras salir de prisión. Asimismo, se le impone la inhabilitación para trabajar en contacto con menores durante más de dos décadas. El TSJA declara firme la sentencia en esta instancia, aunque contra ella aún cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.