Todos los "amigos" de Iván Espinosa de los Monteros fueron a arroparle este jueves en la presentación de Atenea, un nuevo think tank con el que el exportavoz de Vox en el Congreso quiere contribuir con "ideas y soluciones" a que la derecha llegue al poder. Espinosa de los Monteros busca ser el artífice del "cese de hostilidades" entre lo que "están llamados a formar un nuevo Gobierno" con el objetivo de desbancar a Pedro Sánchez. "Empecemos a ser más generosos, más tolerantes entre nosotros", afirmó durante la presentación del laboratorio de ideas, en cuya directiva hay excargos del PP, de Ciudadanos e incluso miembros actuales de Vox pero alejados de la cúpula de Santiago Abascal. "Si lo que de verdad importa es España, no nuestro pequeño interés particular, debemos demostrar esa capacidad de generosidad. El rival es otro, no nos equivoquemos de enemigo", dijo.Sin embargo, para la cúpula de Vox, Espinosa de los Monteros sí es un enemigo, uno que se está acercando peligrosamente al PP. "Decir que Vox se debe unir al PP para echar a Sánchez es venderte una moto, porque los números no dan", afirmaba apenas unas horas después del acto el portavoz nacional de Vox en materia de Seguridad, Samuel Vázquez, pese a que algunas encuestas sí apuntan en esa dirección. A su juicio, "lo que hay que hacer con Sánchez es aislarlo como a un apestado" no como "lo que ha hecho el PP" que "comenzó marcando líneas rojas con Vox y buscando un puñado de socialistas buenos, y acabó pactándolo todo con el PSOE, desde la regularizaciones masivas hasta los jueces y los sillones en las instituciones".Vázquez no nombró a Espinosa por su nombre, una dinámica que han mantenido otros portavoces esta misma semana como José Antonio Fúster y Pepa Millán, que a lo largo de la semana se refirieron al exdirigente de Vox como "un ciudadano de la sociedad civil". Tampoco le citó su antiguo amigo y líder del partido ultra, Santiago Abascal, que despreció el evento al calificarlo de "sarao" para el que "no tenía tiempo". Quien sí lo tuvo fue Javier Ortega Smith, diputado y concejal en el Ayuntamiento de Madrid por Vox, aunque él mismo admitió ante las preguntas de la prensa no sabía cómo "le iba a sentar" a Abascal su presencia en el acto. "A mí me sienta fenomenal. No sé por qué va a sentar mal que venga a dar un abrazo a un amigo", lanzó.Tampoco faltó la vicealcaldesa de Toledo, Inés Cañizares, que forma parte de la Junta Directiva del nuevo think tank como tesorera. Cañizares fue una de las estrechas colaboradoras de Espinosa de los Monteros en el Congreso la pasada legislatura y en los últimos meses ha mantenido una postura crítica con la dirección nacional. También se dejaron ver los exdiputados Rubén Manso, creador del programa económico de Vox en 2019, Víctor Sánchez del Real y Malena Nevado y Rocío Monasterio, pareja del presidente de Atenea, a los que Espinosa agradeció su presencia en un post. Para el círculo de Abascal lo que se esconde tras esas adhesiones es un intento de desacreditar el rumbo del partido y desafiar su liderazgo.En la dirección de Atenea hay cargos de Vox y exdirigentes del Partido Popular y Ciudadanos, además de figuras mediáticas y de la esfera empresarial. Además de la citada Inés Cañizares otro de los nombres vinculados a la política es el de José Ramón Bauzá, el expresidente de Baleares y del PP en las islas, que después pasó por Ciudadanos y fue eurodiputado de la formación entre 2019 y 2024. El mismo cargo ocupa el exsecretario de organización de Ciudadanos, Fran Hervías, que realizó el camino contrario al de Bauzá: abandonó a Inés Arrimadas para fichar por el PP de Pablo Casado.Otras de las personas que integran la lista es Manuel Llamas, ex viceconsejero del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso la pasada legislatura tras casi cuatro años acompañando a Javier Fernández-Lasquetty, uno de los gurús económicos ultraliberales que han pasado por la Puerta del Sol. Primero, como jefe de gabinete. Y más tarde, como viceconsejero de Economía. Es el director del Instituto Juan de Mariana, que se declara independiente pero se sitúa en la órbita del PP de Madrid. Desde la dirección del Instituto, Llamas ejerce como entusiasta del presidente argentino Javier Milei, al que premió en 2023.También hay nombres mediáticos como el de la abogada Guadalupe Sánchez, elegida por Juan Carlos de Borbón para querellarse contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y autora de varias demandas de honor en nombre de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador. No es extraño verla en Trece TV o en El Toro TV de Julio Ariza, del mismo modo que ha participado como tertuliana en Herrera en Cope, el programa radiofónico que dirige el periodista y amigo íntimo del monarca Carlos Herrera. También ha tenido en los últimos años una columna en el digital Vozpópuli. Ahora, su altavoz se encuentra en The Objective, que sirve como trampolín de algunos de los bulos construidos desde la ultraderecha.Además de los integrantes de Atenea, también se dejaron ver por el acto el presunto conseguidor del 'caso Koldo' y hasta hace solo unos meses encarcelado por el millonario fraude de los hidrocarburos, Víctor de Aldama, y el líder de la organización ultra Desokupa, Daniel Esteve, condenado por extorsión, agresión a dos personas y amenazas con arma blanca. Ambos se refirieron a Espinosa de los Monteros como un "amigo". El que sí había confirmado su asistencia y finalmente se ausentó de la foto fue el secretario general del PP, Miguel Tellado, aunque hubo representación de Génova con la aparición del vicesecretario de Hacienda, Juan Bravo, y la portavoz adjunta del Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, a los que se sumaron figuras de la órbita del PP y Vox como Alejo Vidal-Quadras, Jaime Mayor Oreja, Marcos de Quinto o Cayetano Rivera. Tampoco pasó desapercibida la presencia del magistrado Luis Sanz, integrante de una de las secciones de lo civil de la Audiencia Provincial de Madrid.Más allá de los rebotados con Abascal, nadie de la dirección actual de Vox quiso ir a apoyar a su antiguo compañero, lo que confirma que dos años después su salida de la organización no fue —o no solo— por "motivos personales y familiares", como él mismo defendió en una rueda de prensa desde la Cámara Baja. "No siempre se trata bien al que ya no está y eso, a veces, define a una organización", afirmó en una entrevista en Voz Pópuli, en la que criticó el expediente interno que el partido le abrió —sigue siendo militante— por un presunto tráfico de influencias en el que se le denuncia por presionar a una portavoz del partido en Collado Villalba (Madrid) para recibir a un empresario con intereses urbanísticos en la zona. "Me quieren fabricar una historia, pero si creen que soy el enemigo se equivocan", dijo sobre la dirección de su partido, encabezada por su antiguo amigo Santiago Abascal. Y añadió: "Si quieren inventar cosas de mí, que me echen. Pero no me voy a ir".Esta misma semana el periódico El País ha publicado que Vox intentó dos veces sin éxito que la Fiscalía actuase contra él por este episodio. La primera denuncia la presentaron en octubre del pasado año y se basaba en el testimonio de tres de sus concejales en la localidad madrileña de Collado Villalba, pero el fiscal la archivó alegando que no contenía “mínimos indicios delictivos” para acusar al exdiputado. Aun así, según relata el periódico, la responsable jurídica de Vox, Marta Castro, formuló a principios de 2025 una segunda denuncia, en la que añadía un escrito anónimo y un informe jurídico de un letrado contratado por el partido en el que se le atribuía a Espinosa de los Monteros un delito de tráfico de influencias. Sin embargo, la Fiscalía v volvió a archivar la denuncia señalando que los hechos descritos no justificaban la apertura de una investigación penal.Fundador del partido ultra y compañero de Abascal desde sus inicios en la Fundación Denaes, Espinosa de los Monteros dejó sus cargos tras quedar relegado en la pugna de poder entre las distintas facciones del partido frente a la liderada por el europarlamentario ultracatólico y excandidato de la Falange, Jorge Buxadé. Y, según la propia Monasterio, maniobró para apartarla de la Asamblea de Madrid por ser la pareja del exportavoz de Vox. Él, por su parte, ha admitido en recientes entrevistas que no tiene relación con la cúpula del partido. "En Vox, cuando me fui, les dije que estaba a su disposición para cualquier cosa. Han pasado dos años y no me han llamado. En el PP, en cambio, sí veo un poco más de interés con nuestro proyecto. Me preguntan, hablamos, doy mi opinión, a veces me hacen caso, otras no", afirmó en el diario El Mundo.