La moda en Colombia no debe ser vista únicamente como un escenario creativo, sino como un sector empresarial estratégico con capacidad de crecer, escalar y competir en el mercado internacional. Esa fue una de las conclusiones que dejó la primera edición del Colombia Fashion Summit, un evento que reunió en Medellín a más de 400 empresarios, académicos y expertos de la industria.Lea también: (¿Se siente el efecto Temu y Shein?: importaciones de textiles crecieron 15,2%)Organizado por Inexmoda y la Cámara de Comercio de Medellín, el encuentro se convirtió en un espacio clave para trazar la hoja de ruta que permitirá a las compañías de moda del país consolidarse como actores relevantes en la economía global.“El sector moda colombiano representa una de las industrias creativas más dinámicas del país, pero su consolidación depende de dar un salto empresarial”. Los expertos coincidieron en que ya no basta con diseñar colecciones innovadoras: se requiere construir modelos de negocio sólidos, escalables y rentables.“En un mercado global altamente competitivo, las marcas colombianas deben proyectarse con visión internacional y con estructuras empresariales capaces de responder a la volatilidad económica y a los cambios en los hábitos de consumo”, destacó Sebastián Díez, presidente ejecutivo de Inexmoda.Uno de los mensajes más repetidos durante el encuentro fue que la internacionalización no puede seguir siendo vista como una aspiración lejana, sino como una necesidad inmediata. En ese sentido, expertos destacaron que “las compañías deben fortalecer su propuesta de valor, escalar su producción y adaptarse a las dinámicas de mercados internacionales donde la velocidad de respuesta la eficiencia de la cadena de suministro y la capacidad de innovación tecnológica marcan la diferencia”.Lea también: (Esta es la cantidad exacta de Starbucks que hay en Colombia, ¿habrá despidos?)Durante el encuentro, se subrayó que el crecimiento del sector dependerá de factores como la versatilidad empresarial para enfrentar escenarios de incertidumbre, la transformación de la cadena de suministro hacia modelos más flexibles y sostenibles, la aceleración digital como motor de productividad y la construcción de marcas con identidad y propósito.Estas dimensiones, “lejos de ser conceptos abstractos, se traducen en la necesidad de contar con empresas que reaccionen con agilidad a los cambios de la demanda, respondan a consumidores que exigen inmediatez, aprovechen la tecnología para innovar en diseño, comercialización y logística, y construyan narrativas sólidas que conecten con públicos globales”.Uno de los puntos más discutidos fue el rol de la sostenibilidad. Lejos de ser un atributo cosmético o un simple discurso de comunicación, debe asumirse como una estrategia empresarial con indicadores claros y medibles.Las compañías que logren demostrar impacto real en reducción de huella ambiental, circularidad y prácticas laborales responsables estarán mejor posicionadas para competir en mercados internacionales cada vez más exigentes.La reputación, de igual forma, fue presentada como un activo intangible pero fundamental. En un entorno de consumidores hiperconectados, la confianza y la credibilidad de la marca son tan importantes como el producto mismo. “Construir relaciones duraderas con clientes, proveedores y aliados estratégicos se convierte en un factor de sostenibilidad empresarial”.Vea también: (El despecho, su mejor negocio: esta es la marca que revoluciona el entretenimiento)El Colombia Fashion Summit también dejó en claro que el país tiene una oportunidad histórica para posicionarse como un hub de moda en América Latina. La combinación de talento creativo, tradición textil y una creciente vocación empresarial puede convertir a Colombia en un referente regional, siempre y cuando las compañías apuesten por equipos con visión internacional, adopten tecnologías de última generación y fortalezcan su capacidad de escalar en nuevos mercados.La clave, según los expertos, está en que las empresas piensen en grande, estructuren sus operaciones con mentalidad global y asuman que el crecimiento empresarial es el camino para competir de tú a tú con las grandes potencias de la moda.Más allá de los conceptos inspiradores, el gran mensaje de la primera edición del Colombia Fashion Summit es haber trazado una hoja de ruta clara: convertir la creatividad en estrategia empresarial, la sostenibilidad en ventaja competitiva y la identidad en un factor de diferenciación global. “El reto está planteado, si la moda colombiana quiere crecer y consolidarse como un motor económico de peso, debe asumir el desafío de transformarse en un sector empresarial robusto, innovador y con visión global”, comentó Díez.JOHANA LORDUY Periodista de PORTAFOLIO