Foto: Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle del CaucaPor: Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle del CaucaHablar de 150 capturas de los criminales más buscados con ayuda de ciudadanos, a quienes se les pagaron $983 millones en recompensas entre 2024 y lo que va de 2025; la ubicación y rescate en altamar de los 21 tripulantes de ‘Doña Sheiry’, gracias al monitoreo satelital entregado por la Gobernación del Valle, así como la tranquilidad que llevó al corregimiento de Timba, en Jamundí, la neutralización de dos drones con explosivos de las disidencias de las Farc son solo algunos de los logros que ha hecho posible la Tasa de Seguridad en el Valle del Cauca.Una contribución que ha sido clave para fortalecer las acciones de protección y cuidado de los vallecaucanos, en medio de un complejo panorama de orden público y seguridad.Desde su creación en 2017, y gracias a este pago que realizan los vallecaucanos de los estratos 4, 5 y 6, así como de los sectores comercial, industrial y especial, con algunas excepciones por el uso de energías renovables, han sido invertidos más de $212.000 millones en el fortalecimiento de los organismos de seguridad y estrategias, que han permitido avanzar en la lucha contra la violencia generada por la delincuencia común, el narcotráfico y los grupos armados ilegales. Un modelo que ha sido implementado en otros territorios afectados por la violencia como Antioquia.La Tasa de Seguridad establecida en la ordenanza 692 de 2025 (nueva ordenanza) es una de las principales herramientas que nos permite hacer frente a la delincuencia, fortalecer nuestra Fuerza Pública, invertir en inteligencia preventiva y seguir adelante en esta lucha sin cuartel que estamos librando contra la inseguridad.A través de esta herramienta, la Gobernación ha logrado canalizar recursos cruciales para fortalecer las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía, supliendo en algo el vacío dejado por la falta de recursos nacionales para la Fuerza Pública y el incremento de la actividad criminal en la región en medio de las negociaciones de la Paz Total.Una Paz Total que solo sirvió para fortalecer a los grupos armados ilegales. Paz total no hay, desafortunadamente los disidentes y el ELN lo tomaron como una forma para fortalecerse. Cuando aquí se levantó el cese al fuego el fortalecimiento era bastante, porque ya llevaban años. Por eso, han ocurrido atentados terroristas que, además, empezaron a hacerlos con el uso de drones, ataques que hemos contrarrestado con los anti-drones que compramos. Son cosas que realmente nos preocupan porque la situación de inseguridad no es solamente en el Valle, es en todo el país.Venimos en un importante trabajo para retomar el control territorial, tenemos un departamento sitiado por delincuentes, disidencias en las cordilleras Central y Occidental, la situación de Jamundí y bandas criminales en las principales ciudades.Con acciones decididas hemos logrado contenerlas en Tuluá, Cartago, Buenaventura. Venimos trabajando en la parte urbana y rural, y realmente las capacidades de la Policía y el Ejército han sido pocas, el Gobierno nacional no les ha apoyado en nada, nosotros tenemos la Tasa de Seguridad de la que algunos hablan sin tener piso, pero si no hubiera sido por esta tasa nosotros no podríamos estar ayudando al Ejército, a la Policía, a la Fuerza Aérea que es poco, pero a la Armada que es mucho.Los beneficios son evidentes. La operación desplegada en Jamundí tiene un soporte fundamental en la Tasa de Seguridad de la Gobernación del Valle del Cauca, que en este cuatrienio tendrá una inversión superior a $170.000 millones en dotación para la Fuerza Pública y organismos como la Fiscalía y Migración Colombia, y hacen parte del Comité Territorial de Orden Público que define las inversiones en seguridad. Nos atacaron con drones y tuvimos que comprar los antidrones nosotros porque el Gobierno Nacional no gestionó, y los compramos con la Tasa de Seguridad. Ahora llega el Sistema de Comunicaciones para la Policía en el Valle y para Cali, que hace 25 años no lo cambia, nos cuesta $50.000 millones, y también estamos comprando los radios satelitales para el Ejército, $7.500 millones, que llegan en noviembre, y estamos cofinanciado cámaras para el departamento, incluyendo Buenaventura y Jamundí.Todo esto se sustenta en la Tasa de Seguridad, que ha significado protección para los ciudadanos, como, por ejemplo, el sistema antidrones, tres a cargo de la Policía y dos del Ejército, además de uno que será entregado a la Armada, contrarrestando el accionar de los grupos delincuenciales.Su eficacia para neutralizar ataques con drones se ha demostrado en distintos momentos, por ejemplo, entre septiembre y diciembre de 2024, cuando el Ejército logró frustrar 28 ataques.Trescientas motocicletas y 38 vehículos; 131 cámaras de videovigilancia y sistemas de reconocimiento de placas; 950 chalecos antibalas, y los 85 equipos de geolocalización que hoy son una valiosa inversión para transportadores y lancheros de Buenaventura, son herramientas tangibles para los vallecaucanos.Así se ha logrado contener delitos como el hurto a personas, las lesiones personales y la extorsión, y aunque los homicidios siguen siendo uno de los delitos que no ceden en el departamento, hay casos como La Cumbre, donde han pasado más de un año sin homicidios.Además, los recursos de la Tasa de Seguridad han sido fundamentales en coyunturas como la pandemia o el estallido social, con alimentación, hospedaje, transporte y bioseguridad de los uniformados encargados de velar por la seguridad. Un apoyo que también ha sido decisivo para operativos contra disidencias y grupos delincuenciales, así como el cuidado de los recursos ambientales y la lucha contra la minería ilegal y las economías ilícitas en zonas estratégicas como los Farallones.Con los ojos puestos en todo el departamentoEl Valle del Cauca es ejemplo de innovación con el Centro de Gestión de Emergencias y Seguridad, CGES, que desde Buga coordina acciones operacionales en el departamento. Son 29 municipios a los que en tiempo real se les hace seguimiento desde este moderno centro que se conecta a las cámaras de vigilancia para seguir de cerca los movimientos de los delincuentes.Gracias a la Tasa de Seguridad ha sido posible la renovación y construcción de instalaciones estratégicas como las estaciones de policía Fray Damián, Desepaz, Junín y Alameda, en Cali; así como de CAI móviles y el fortalecimiento del CGES en Buga, con tecnología de punta para monitoreo y coordinación interinstitucional.Con estos recursos que aportan los vallecaucanos, se avanza en la consolidación del control territorial con la construcción y acondicionamiento de batallones en Jamundí; Paila Arriba, zona rural de Sevilla y en Barragán, Tuluá.En 17 puntos estratégicos del departamento se cuenta con los Corredores Seguros, que son controles mixtos de la Policía, Ejército y Armada Nacional, custodiando las vías y cuidando a los viajeros. Más de 996 kilos de clorhidrato de coca, 2,5 kilos de base de coca y 16.378 kilos de marihuana incautados, así como 515 capturas se han logrado con esta estrategia.Pero hablar de la Tasa de Seguridad no se trata solo de infraestructura, dotación, tecnología y equipos, el desarrollo social va de la mano de la seguridad. Así, para el fortalecimiento de la Policía Metropolitana de Cali, Policía Valle y Ejército, la Gobernación del Valle del Cauca ha implementado programas como ‘Fuerza Joven por el Valle’, logrando la incorporación de 2.000 jóvenes que prestan su servicio militar, reciben un bono bimestral de un millón de pesos para consumo y atención integral para desarrollar su proyecto de vida.La Tasa de Seguridad es una inversión en inteligencia preventiva para que la Fuerza Pública y los organismos de seguridad tenga más capacidad de acción en los territorios y cuiden a los ciudadanos. Representa el compromiso de un gobierno con el bienestar de los vallecaucanos, una inversión que genera resultados concretos y que contribuye a construir un Valle del Cauca más seguro y próspero.