Cuentas vivienda

Wait 5 sec.

Hace treinta años, cuando terminabas de estudiar y tenías la suerte de encontrar trabajo, parecía una obligación abrir una cuenta vivienda. No era que fueras a comprar una casa porque estabas a punto de casarte, era la antesala a la madurez, a la independencia que con suerte te sobrevendría poco antes de llegar a la treintena. La tasa de paro juvenil no era muy distinta a la actual y se situaba por encima del veinte por ciento. En aquella época los mileuristas tomaban el relevo a los JASP que protagonizaban un anuncio de coches y afirmaban ser Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados mientras traqueteaban entre contratos de prácticas y el paro. Había gente que tenía suerte y entraba en un banco... Ver Más