Francesco Guaraldi(ZENIT Noticias / Jerusalén, 26.09.2025).- Tras dos años de ausencia, el 13 de septiembre de 2025 la imagen de madera del Cristo flagelado volvió a su lugar en el Santuario de la Flagelación en Jerusalén. La estatua, donada hace tiempo por una comunidad de Barcelona, había sido gravemente dañada el 2 de febrero de 2023, cuando un extremista irrumpió en la iglesia, derribó la escultura y desfiguró su rostro. Fue un acto violento que dejó consternación y dolor entre los fieles presentes, como recuerdan todavía hoy las hermanas y los frailes testigos de la escena.Aquel día la comunidad cristiana de la Ciudad Vieja se sintió herida no solo en la madera de la estatua, sino también en el corazón, pues el ataque se insertaba en una cadena de episodios de odio religioso que desde semanas golpeaban lugares y símbolos cristianos en Israel.La recolocación del Cristo se realizó en un clima de oración y de fiesta, el vicario del Custodio de Tierra Santa, frey Ulise Zarza, junto con los freyes, presidió las Primeras Vísperas de la Exaltación de la Santa Cruz. El momento litúrgico transformó un dolor pasado en ocasión de esperanza, devolviendo a la iglesia la imagen del Ecce Homo, punto de referencia para los peregrinos que recorren el Vía Crucis.La restauración, confiada al restaurador español Pedro Escudero, fue un trabajo de paciencia y competencia. Durante dos meses, día tras día, Escudero reconstruyó las partes faltantes, consolidó las piernas rotas y devolvió la luz a los colores originales, hasta el barnizado final. No era su primera experiencia en Tierra Santa, ya el año anterior había restaurado valiosas obras de orfebrería destinadas al museo de la Custodia. Pero esta vez el desafío era diferente, no se trataba solo de recuperar una pieza antigua, sino de devolver la dignidad a una imagen herida por un acto.«Pensaba que no tendría tiempo suficiente», cuenta Escudero, «pero al final vi la alegría de la gente. Es hermoso saber que, si una mano destruyó, muchas otras vienen hoy a venerar.»El regreso de la estatua fue posible también gracias al apoyo de los benefactores, como las familias del Instituto Zaccaria de Milán, que ayudaron a cubrir los gastos de la restauración. El autor del acto vandálico, declarado incapaz de entender y de querer, fue repatriado a los Estados Unidos sin poder responder legalmente del hecho, de modo que el peso económico y moral de la recuperación quedó enteramente en manos de la Custodia de Tierra Santa.Pero, como subrayó el frey Giuseppe Gaffurini, presidente de la comunidad franciscana del Santo Sepulcro, la estatua no habla solo de un pasado herido, «Cada vez que contemplamos el Ecce Homo, sentimos resonar de nuevo aquellas palabras, ‘He aquí el hombre’. No como una condena, sino como revelación del sueño de Dios para la humanidad.»Así, lo que había comenzado como un acto de odio hoy se transforma en un signo de resiliencia, fe y comunión. En el Santuario de la Flagelación, donde comienza el Vía Crucis, la imagen del Cristo flagelado vuelve a hablar de dolor, sí, pero también de esperanza que renace.Con información de la Custodia Franciscana de Tierra Santa.Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.The post Reinstalan en Jerusalén imagen de Cristo flagelado destruida por extremista judío appeared first on ZENIT - Espanol.