Cómo llegó la Nueva EPS a la crisis en la que está: la historia de sus problemas

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El 1 de agosto de 2008 nació la Nueva EPS, con la misión de reemplazar al Instituto de Seguros Sociales, una entidad que ya acumulaba graves problemas en la atención.Desde el inicio, contó con un respaldo sólido: detrás estaban las principales cajas de compensación familiar del país (Cafam, Colsubsidio, Compensar, Comfenalco Valle, Comfenalco Antioquia y Comfandi) junto al Estado colombiano, representado por el Ministerio de Hacienda. Gracias a esa estructura, en poco tiempo se convirtió en la aseguradora más grande de Colombia, con más de 11,5 millones de afiliados a su cargo en la actualidad.Con el paso de los años, especialmente entre 2011 y 2020, la Nueva EPS vivió un periodo de expansión, firmando múltiples contratos con prestadores en todo el país y amplió su cobertura; sin embargo, más adelante las auditorías revelarían otro rostro: deficiencias en la documentación contractual, ausencia de notas técnicas y riesgos de doble pago. Así, lo que en un principio parecía una consolidación ordenada, en realidad escondía fallas estructurales.(Además: CGR halló que Nueva EPS tiene pendientes por legalizar $15,3 billones en anticipos).Gustavo Petro, auguró la liquidación de la EPS que afilia a más de 11 millones de colombianos.Cortesía Nueva EPSEl verdadero punto de inflexión llegó con la pandemia de covid-19, entre 2020 y 2021, pues la crisis sanitaria global sometió al sistema a una presión sin precedentes: las pruebas diagnósticas, las hospitalizaciones, los medicamentos y las campañas de vacunación multiplicaron los gastos y dispararon las deudas. Para la Nueva EPS, como el mayor asegurador del país, la pandemia significó un antes y un después en su sostenibilidad financiera.No obstante, las primeras señales de alerta financiera se encendieron en diciembre de 2022. Para ese momento, la deuda ascendía a 5,42 billones de pesos. Aunque el patrimonio todavía era positivo ($485.209 millones), los problemas de caja eran evidentes. Ya en 2023, el panorama se agravó, pues la deuda prácticamente se duplicó y alcanzó los 11,7 billones de pesos.(Lea también: Posible liquidación de la Nueva EPS sería una 'cortina de humo').Según el Gobierno de Gustavo Petro, la administración anterior había ocultado alrededor de cinco billones, lo que implicaba una manipulación de cifras. Como consecuencia, el patrimonio se desplomó hasta $4,95 billones, un derrumbe histórico.Nueva EPSLuis Lizarazo García. Archivo EL TIEMPOAnte semejante escenario, el 3 de abril de 2024 la Superintendencia de Salud decretó la intervención de la Nueva EPS. Según la entidad, la aseguradora incumplía con requisitos financieros habilitantes, como el patrimonio adecuado y las reservas técnicas. Por ello, el Gobierno presentó la medida como necesaria para “salvar” al sistema. Sin embargo, al cierre de ese año, la realidad demostró lo contrario: la EPS intervenida cerró con un déficit de 6,69 billones de pesos y una deuda que ya rozaba los 18,4 billones.En consecuencia, la intervención, lejos de estabilizar, terminó profundizando la crisis. Además, se convirtió en un punto álgido de disputa política en medio del fracaso de la reforma a la salud en el Congreso.(Además: Estas son las razones por las que exdirectivos de Nueva EPS irán a juicio).El 2025 solo confirmó el deterioro. En marzo la deuda ya alcanzaba los 21,37 billones de pesos y el patrimonio negativo se ubicaba en 6,25 billones, una pérdida equivalente a la de todo 2024, pero en apenas un trimestre. Más tarde, en agosto y septiembre, la Contraloría entregó un informe en el que detalló que la intervención no había resuelto nada, sino que había agravado los problemas.Expertos dicen que liquidar la Nueva EPS no es adecuad.Cortesía Nueva EPS(Más: Agendan debate de control político a Supersalud y a interventora de la Nueva EPS).El organismo habló de “inviabilidad estructural”, de concentración de contratos en empresas cuestionadas y de falencias contables de fondo. En contraste, la Supersalud defendió la medida como la única salida posible, lo que terminó abriendo un choque institucional sobre el futuro de la entidad.Hoy, en medio de esa disputa, la Nueva EPS enfrenta su peor momento. Con más de once millones de afiliados, su crisis amenaza con dejar al país sin su mayor asegurador de salud. En consecuencia, millones de colombianos afiliados a la entidad de salud podrían quedar en vilo, sin claridad sobre quién garantizará su atención en un sistema que ya carga con el peso de la desconfianza y una deuda que no deja de crecer.JUAN MARTÍN MURILLO HERRERAPeriodista de Portafolio