Arabia Saudi compra Electronic Arts, la mítica compañía del FIFA (ahora EA FC)

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Golpe histórico en la industria de los videojuegos. Electronic Arts (EA), la compañía detrás de sagas tan populares como FIFA —ahora EA Sports FC—, Los Sims o Battlefield, pasará a manos de un consorcio liderado por el fondo soberano de Arabia Saudí (PIF), junto al fondo de capital riesgo Silver Lake y Affinity Partners, la firma de inversiones de Jared Kushner, yerno de Donald Trump. El acuerdo asciende a 55.000 millones de dólares y supone la compra apalancada más grande jamás realizada en el mundo empresarial.La noticia se conoció el viernes y disparó las acciones de EA en Wall Street, que ya venían de un año irregular en bolsa. Los compradores pagarán una prima del 25% respecto al último cierre previo al anuncio, lo que refleja la magnitud de la operación. Si todo transcurre según lo previsto, la adquisición quedará completada en el primer trimestre de 2027, momento en que la empresa dejará de cotizar en bolsa.[articles:317026]Para financiar la compra, el PIF saudí se ha aliado con sus socios internacionales y con JP Morgan, que aporta un préstamo sindicado de 20.000 millones de dólares. El resto, unos 36.000 millones, lo cubrirán los propios fondos inversores. Con ello, se pulveriza el récord que ostentaba la energética texana TXU, adquirida en 2007 por 32.000 millones.Más allá de las cifras, la operación muestra la estrategia de Arabia Saudí: reforzar su apuesta por el entretenimiento y los deportes. El país ya invierte en tenis, golf, Fórmula 1 y fútbol, y ha tomado participaciones en Nintendo, Niantic o la propia EA, de la que ya controlaba un 10%. Ahora se asegura el control total de la firma que produce algunos de los videojuegos deportivos más vendidos del mundo, desde el fútbol y el baloncesto hasta la UFC.Electronic Arts, fundada en 1982, creció a la fama con títulos como Skate or Die! y en 1993 dio el gran salto al mercado futbolístico con su primer FIFA, en plena fiebre por el Mundial. La alianza con la FIFA duró tres décadas, hasta que los costes del acuerdo se dispararon por encima de los 1.000 millones de dólares. Hoy, con un nuevo “patrón” saudí y el horizonte del Mundial de 2034 en Arabia, la historia parece haber cerrado un círculo.