La vía Buga-Buenaventura es uno de los corredores estratégicos para el país, pues moviliza cerca del 40% del comercio exterior colombiano. Su modernización, en manos de la Unión Vía del Camino del Pacífico, representa un desafío de grandes proporciones: geológicos, sociales y financieros.A pesar de las demoras que han generado las consultas previas con comunidades étnicas, el proyecto avanza con la meta de reducir en casi una hora los tiempos de viaje y mejorar la competitividad logística de Colombia. En diálogo con Portafolio, Miguel Acosta, gerente de la concesión, detalla el estado actual de las obras, los retos técnicos que enfrentan y el respaldo financiero que garantiza su ejecución.Lea: Transporte de carga en corredor férreo La Dorada – Chiriguaná se triplicó¿Cómo avanza este año el proyecto de la vía Buga-Buenaventura?La Unión Vía del Camino del Pacífico es la empresa del Grupo Sacyr encargada de finalizar la construcción de la doble calzada entre Buga y Buenaventura. Este es un proyecto que aún requiere construir 34 kilómetros de doble calzada e incluye también la puesta a punto, operación y mantenimiento de los tramos existentes.Se trata de un contrato de quinta generación de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), con un plazo de 29 años. Superamos la etapa de preconstrucción cumpliendo todas las condiciones y firmamos el inicio de la fase de construcción en agosto del año pasado. Desde entonces nos encontramos oficialmente en la etapa de obra.El proyecto es complejo por el número de consultas previas. Tiene más de 14, a las que se sumaron seis adicionales. Estamos trabajando de la mano con el Gobierno Nacional para avanzar en su apertura y cierre. Estos procesos han generado retrasos en algunos sectores, pero estamos enfocados en que puedan resolverse rápidamente, incorporarse en la licencia ambiental y dar inicio a la obra en esos puntos.En otros tramos donde contamos con todos los permisos hemos iniciado sin inconvenientes. Por ejemplo, avanzamos en la rehabilitación de la avenida Simón Bolívar en Buenaventura, así como en la rehabilitación de pavimentos en varios de los 128 kilómetros de vía. Además, en agosto pasado comenzamos la rehabilitación de los 17 túneles existentes, obras que estarán en funcionamiento a finales de 2026 o comienzos de 2027.También lea: Cierre de la vía al Llano por deslizamiento afecta a 10.000 vehículos diariosMiguel Acosta, gerente de la Unión Vía del Camino del PacíficoPortafolioMás consultas previas, ¿eso justamente no evitaba el modelo?La tranquilidad que brindó la licitación de concesiones de quinta generación fue que se definieron las bandas de riesgo, de manera que el Gobierno Nacional debe asumir los costos de consultas previas adicionales. Eso dio confianza para participar en un proceso licitatorio de estas características.En el caso de la ANI, la quinta generación establece una banda de riesgo del 20%. Ya hemos llegado a ese límite por las nuevas consultas que han surgido. El reto ahora es cerrar rápidamente esos procesos con la Agencia y avanzar en los trámites ambientales.¿Cuánto podría extenderse el tiempo de construcción por las consultas previas?Depende mucho de la voluntad de las comunidades y de la capacidad de negociación. En estos diálogos se definen compensaciones que responden a anhelos ancestrales que deben ser atendidos. No hay un plazo fijo: puede tardar dos, cuatro, seis u ocho meses.Lo importante es que la Unión Vía del Camino del Pacífico ha puesto todos los recursos a disposición del Gobierno para agilizar los procesos. Adicionalmente, logramos el cierre financiero del proyecto, por $3,66 billones, lo que nos asegura los recursos necesarios para su desarrollo.¿No resultó complejo conseguir financiación en el actual contexto económico y político del país?Contamos con el respaldo de nuestra matriz, Sacir Concesiones, una de las 10 empresas de infraestructura más importantes del mundo. Esa solidez le dio confianza al sistema financiero para respaldar el proyecto.Si bien hubo ciertas preocupaciones en el sector financiero por el ambiente general en el país, el voto de confianza de Sacir fue determinante. Eso permitió que tanto financiadores nacionales como internacionales aportaran los recursos requeridos.¿Qué opinión le generan los mensajes del Gobierno sobre la finalización de concesiones y la gestión de las vigencias futuras?Estos contratos ya están firmados y tenemos la tranquilidad de que en Colombia las instituciones son sólidas. La solidez del contrato de concesión nos da la confianza de seguir trabajando en el país y desarrollando el proyecto de la mejor manera.Pensamos que este proceso debe avanzar con normalidad y, sobre todo, confiamos en la fortaleza institucional que históricamente ha caracterizado a Colombia.Así se ve uno de los tramos del corredor Buga - Buenaventura, en el que hay vía de una sola calzada.Agencia Nacional de Infraestructura¿Cuáles son los principales retos técnicos de este proyecto?La complejidad es geológica y geotécnica. Esta es una de las vías con mayores retos en ingeniería del país. Como mencioné, tiene 17 túneles existentes, casi la mitad construidos hace más de 12 o 15 años, que requerían procesos de rehabilitación urgentes.Algunos de ellos son prácticamente cavernas, por lo que ha sido necesario ampliar sus perfiles para alcanzar los 3,65 metros en cada una de las dos calzadas. Intervenir un túnel ya estabilizado para ampliar su perfil es mucho más complejo que abrir uno nuevo.Estos desafíos son enormes, pero Sacir tiene la experiencia internacional para afrontarlos con éxito.¿Qué impacto tendrá el proyecto en la movilidad y la competitividad del país?Este corredor moviliza el 40% del comercio exterior colombiano. Con la finalización de la etapa de construcción, estimamos ahorros en tiempos de viaje de entre 40 y 60 minutos.Para los transportadores será un alivio muy significativo. Según cálculos de Colfecar, esos ahorros podrían representar más de 120.000 millones de pesos anuales. Esto refleja la importancia de entregar estas obras al servicio de los colombianos.La etapa de construcción estaba proyectada en 42 meses. En algunos sectores se extenderá un poco más, pero contamos con el acompañamiento cercano de la Agencia Nacional de Infraestructura, que ha sido clave para sacar adelante este proyecto.PAULA GALEANO BALAGUERAPeriodista de Portafolio