“Ayuso entzun, Euskadi euskaldun!”. El lehendakari, Imanol Pradales, es un político de maneras contenidas, de ritmo suave, de corrección de domingo. Pero este fin de semana subió el tono de forma contundente en su reivindicación de la lengua y la cultura vascas durante su intervención en el Alderdi Eguna (el día del partido) del PNV, centrando las críticas en su homóloga madrileña.Con las derechas radicalizando su discurso en una suerte de competición entre el PP y Vox, los dirigentes del Gobierno vasco y del PNV se han convertido en el contrapeso dentro del mundo conservador a la hora de entender la política. Y Euskadi –donde gobiernan los nacionalistas en coalición con el PSE-EE– se presenta estos días como el modelo contrapuesto a la Comunidad de Madrid, con medidas como la aprobación este lunes de Vitoria como zona tensionada en términos inmobiliarios y la autorización a los colegios para que luzcan banderas palestinas como expresión de rechazo al genocidio que está perpetrando Israel en Gaza.Pradales no perdona que Díaz Ayuso se levantara y se fuera de la última reunión de la Conferencia de Presidentes cuando él pronunció parte de su discurso en euskera. El lehendakari se ha puesto como una de sus principales misiones la defensa de la cultura y del idioma vascos frente a las ansias recentralistas que emanan de la Puerta del Sol. El enfrentamiento ha subido peldaños en las últimas horas.En el acto del PNV de este domingo, Pradales puso el foco en lo que supondría un Gobierno central pactado entre los populares y la extrema derecha de Vox: “Pueden venir tiempos oscuros para Euskadi”. Para remarcar: “Tiempos de crisis o de cuestionamiento” del autogobierno, de las instituciones propias y de la propia identidad del pueblo vasco. Y de manera muy clara le dijo en euskera: "Ayuso escucha, Euskadi es vasca". El enfrentamiento se ha encarnizado con la propia presidenta de Madrid respondiendo este lunes en otra entrevista con Ana Rosa Quintana: “Lo de Ayuso entzun, pim pam pum, es lo que se decía antaño y es preocupante”. La presidenta madrileña criticó a Pradales que utilice el euskera como “amenaza y violencia verbal, que es lo que están haciendo los socios de Pedro Sánchez”.Este choque supone ahondar más en la brecha existente entre los peneuvistas y el Partido Popular. Un enfrentamiento que se ve claramente en el Congreso de los Diputados, donde Alberto Núñez Feijóo ha pasado de cortejar a los jeltzales a atacarlos constantemente. En el pleno sobre corrupción del pasado verano, la nueva portavoz del PNV, Maribel Vaquero, le dijo directamente al líder popular: “¿Cree que va a gobernar insultando o tratando de desacreditar al adversario? ¿Qué más sabe hacer? ¿Tratar de ensuciar el nombre del PNV?”. Además, los nacionalistas vascos han rechazado cualquier amago del Partido Popular de enfrentar a los socios del PSOE para encarrilar una moción de censura contra Pedro Sánchez.Madrid y Euskadi son las dos autonomías más ricas de España en términos de PIB per cápita. Y, además, son dos lugares donde el precio de la vivienda se ha convertido en un gran problema para los ciudadanos. Pero también este lunes se evidenció una gran diferencia a la hora de gestionar la solución, con el Gobierno vasco materializando un paso más en la aplicación de la ley de vivienda al declarar Vitoria, capital de la comunidad, como zona tensionada. En cambio, el Gobierno de Ayuso ha dado por completo la espalda a la norma aprobada por el Gobierno central que ofrece un paraguas para poder limitar el precio de los alquileres. La orden se publicó este lunes en el Boletín Oficial del País Vasco con la idea de que entre en vigor a finales de octubre, cuando el BOE actualice la lista. La medida permitirá aplicar políticas públicas para ampliar la oferta con la construcción de más de 3.000 viviendas protegidas en tres años –de las cuales 1.629 las levantará el Ejecutivo vasco– y, previsiblemente, controlar los precios del alquiler.Con la incorporación de Vitoria-Gasteiz a esta lista, en la que también figuran San Sebastián y Bilbao, casi la mitad de la población vasca –el 47,7% para ser exactos, más de un millón de habitantes– vive ya en municipios tensionados. Y esa cifra superará el 50% en los próximos meses cuando se sumen las localidades de Lezo, Zestoa, Arrasate-Mondragón, Tolosa y Hernani.En el caso de Vitoria, tras aprobar la orden, el EUSTAT (instituto estadístico del Gobierno vasco) ya está desarrollando una metodología que permita obtener la información necesaria, cruzando los datos tributarios con sus bases de datos propias y las del Departamento de Vivienda y Agenda Urbana (en manos del PSE-EE), para obtener un número suficiente de viviendas por distrito que permita realizar una proyección estadística fiable y robusta, según el Ejecutivo vasco. El horizonte con el que se trabaja es el del primer semestre del año que viene.Y en estos días hay otra gran diferencia entre el Gobierno de Pradales y el de Ayuso: su posición respecto a Palestina. El lehendakari, durante el debate de política general en el Parlamento vasco el pasado día 18, se mostró en contra del “genocidio”: “Estamos enfurecidos, cansados y hartos. Esta violencia nos genera dolor, rabia e impotencia”. Ayuso, en cambio, sigue defendiendo abiertamente a Israel. Este lunes incluso cuestionó las palabras de Felipe VI durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde el monarca se dirigió al Gobierno de Benjamin Netanyahu de esta manera: “Clamamos, imploramos, exigimos, detengamos ya esta masacre”. La dirigente popular matizó que “el rey reina, pero no gobierna y no tiene que tomar más postura que la conciliación”.Con otra palpable entre las dos Administraciones respecto a este asunto: en Euskadi se pueden ver banderas de Palestina en los colegios e institutos, mientras que Ayuso ha emprendido una cruzada contra los centros escolares que muestren símbolos de apoyo a Gaza. “No vamos a consentir que se instrumentalicen los centros para la guerra ideológica”, sostiene la dirigente popular, que en este caso actúa de manera contraria a como lo hizo con el respaldo a Ucrania.