Esta noticia es una publicación original de Cinemascomics.com¿Te imaginas que mañana subes al cine a ver la próxima película de Marvel y la entrada cuesta el doble? Pues agárrate, porque la última jugada de Donald Trump amenaza con cambiar Hollywood como lo conocemos.El presidente de Estados Unidos ha vuelto a liarla y esta vez tiene en la mira nada menos que a la industria del cine. Sí, como lo lees: Donald Trump ha decidido que los rodajes fuera del país son poco menos que un acto de traición y quiere imponer un arancel del 100%.Un golpe directo a Marvel, DC y Star WarsTodo empezó cuando Donald Trump, con su estilo tan sutil como un martillo de Thor, anunció que se cansó de ver cómo grandes producciones se iban a rodar al extranjero. Ejemplos sobran: Spider-Man: Brand New Day, Vengadores: Doomsday y Secret Wars en Reino Unido, lo mismo que la nueva de Los 4 Fantásticos. Y ojo, porque DC Studios tampoco se salva, con proyectos como Supergirl o Clayface filmados fuera de suelo americano. Incluso Lucasfilm está rodando Star Wars: Starfighter en Reino Unido.Star Wars: StarfighterPara Trump, todo eso significa empleos perdidos que deberían quedarse en casa. Pero claro, la realidad de la industria es más complicada: ¿cómo ruedas Avatar si James Cameron necesita escenarios que simplemente no existen en California?Donald Trump contra Hollywood: “como robarle un caramelo a un niño”Fiel a su estilo de redes sociales incendiarias, Donald Trump lanzó el bombazo en Truth Social: “Nuestro negocio del cine ha sido robado por otros países, como robarle un caramelo a un bebé”. Palabras mayores para justificar que impondrá un 100% de arancel a toda película rodada fuera de Estados Unidos.¿No te suena a medida imposible de cumplir? Pues él lo dice con total seriedad, apuntando además contra el gobernador de California, al que acusa de ser “débil e incompetente”. Vamos, que en un solo párrafo disparó contra la industria del cine mundial y contra su propio estado estrella del séptimo arte.¿Un problema de seguridad nacional?Donald Trump ya había advertido hace meses que las producciones extranjeras no solo significan fuga de empleos, sino que también representan un riesgo para la seguridad nacional. Según él, el cine que viene de fuera trae “propaganda y mensajes” que terminan afectando a Estados Unidos.Claro, cuesta imaginar que un rodaje de Los Vengadores en Londres sea una amenaza para la nación, pero en la lógica trumpiana todo vale. ¿Te imaginas que ahora Marvel tenga que justificar ante la Casa Blanca cada plano rodado en los estudios Pinewood?Las consecuencias para los espectadoresMás allá del ruido político, la gran pregunta es: ¿qué pasa con nosotros, los espectadores? Pues los expertos de Hollywood coinciden en que esto sería un golpe brutal al bolsillo del público.Si se aplicaran los aranceles, el precio de una entrada de cine podría duplicarse. Plataformas de streaming como Disney+, Prime Video o Netflix se verían obligadas a subir tarifas. Y no hablemos de los distribuidores independientes, que quedarían fuera de juego. Como dijo un productor: “¿Entonces James Cameron ya no puede rodar Avatar en otro país? ¿Y quién paga los aranceles? Esto es una locura”.Nuevo tráiler de Avatar: Fuego y cenizaLos embajadores de Hollywood que nadie vioNo es la primera vez que Donald Trump intenta meter mano en la industria. Poco después de llegar al poder, nombró a Sylvester Stallone, Mel Gibson y Jon Voight como “Embajadores Especiales de Hollywood”. ¿Te acuerdas de algo que hayan hecho en ese rol? Pues nadie más tampoco. Suena más a cameo olvidado que a una estrategia real.El cine contra TrumpLa mayoría de insiders de la industria coinciden: si esta medida avanza, sería devastadora. El cine moderno funciona con incentivos fiscales internacionales, coproducciones y rodajes globales. Quitar eso de la ecuación es como pedirle a Iron Man que salve el día sin su armadura.Marvel, DC, Lucasfilm y cualquier estudio con proyección internacional quedarían atrapados en un callejón sin salida. Porque sí, puedes intentar rodarlo todo en Atlanta o Los Ángeles, pero ni los escenarios, ni los costes, ni la logística lo hacen viable.¿Y ahora qué?La gran incógnita es si Donald Trump de verdad llevará a cabo esta amenaza o si es otro de sus golpes de efecto para movilizar a su base. Hollywood, por lo pronto, ya está en pie de guerra. Y mientras tanto, los fans cruzamos los dedos para que no nos toque pagar el pato en forma de entradas a precio de oro.¿No crees que al final los espectadores seríamos los más perjudicados? ¿Te imaginas pagar 30 euros por ir a ver la próxima película de los Vengadores? Esperemos que todo se quede en ruido político y que los superhéroes puedan seguir salvando el mundo sin tener que enfrentarse a los aranceles de Donald Trump.Donald Trump ha vuelto a poner a Hollywood en el punto de mira, y las consecuencias de su cruzada contra los rodajes extranjeros podrían ser históricas. Desde Marvel hasta Star Wars, pasando por DC, todos tiemblan ante la posibilidad de un cambio radical en cómo y dónde se hace cine.¿Tú qué opinas? ¿Es una medida justa para proteger empleos o una locura que solo perjudicará a los fans? 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