La contradicción es difícil de digerir: un médico acusado de secuestrar y agredir sexualmente a una paciente el pasado mes de septiembre sigue perteneciendo a la plantilla de un hospital concertado en Barcelona. Pese a la gravedad de los hechos, la rigidez de los protocolos y la falta de medidas cautelares judiciales han permitido que el facultativo conserve su puesto en urgencias del Hospital Dos de Maig.El detenido se trataría de un médico de 66 años, arrestado el pasado 15 de septiembre, acusado de secuestrar y agredir sexualmente a una paciente con problemas de salud mental cuatro días antes. El facultativo atendió a la joven en urgencias del Hospital de Santa Caterina, en Salt, y posteriormente, según la denuncia, la trasladó a su domicilio en Blanes, donde la retuvo hasta que consiguió escapar y dar la voz de alarma.El escándalo crece porque, aunque en Salt fue apartado de inmediato y se abrió un expediente informativo, en Barcelona no se ha tomado ninguna medida más allá de aceptar su baja médica. La dirección del Dos de Maig se escuda en la presunción de inocencia y en la falta de medidas cautelares, por lo que, si el médico regresara, podría volver a trabajar en urgencias.El centro ha emitido el siguiente comunicado: "Estamos a la espera de la evolución de la investigación judicial y cuando tengamos más información activaremos todas las medidas que ampare la legislación vigente. El profesional ahora mismo no está prestando servicios en el centro, los datos de que disponemos constatan que está de baja. Podemos confirmar que todas las personas que necesiten ser atendidas en el centro lo harán en un entorno totalmente seguro y con una atención de calidad".Además, desde el Consorcio Sanitario Integral aseguran que rechazan de forma contundente "cualquier forma de violencia o acoso y queremos reiterar nuestro compromiso con un entorno seguro y respetuoso".Se destapa un vacío legalLa situación ha destapado un vacío legal: al parecer, no existen protocolos que obliguen a los centros concertados a suspender a profesionales investigados por delitos graves. En muchos casos, la suspensión depende de que se trate de una medida cautelar, de que el procedimiento penal esté en curso, de las declaraciones de indicios, de los protocolos internos del centro, etc. De hecho, en este caso, tampoco el juez que lo dejó en libertad dictó medidas cautelares que le impidan ejercer, como sí ocurre en otros casos de agresiones sexuales.Así, pese a la denuncia, la detención y la investigación judicial, el médico mantiene su puesto en un hospital barcelonés, aunque no ejerce al estar de baja médica, a la espera de una sentencia o de que un juzgado ordene su cese. Una situación que podría poner en cuestión la protección de los pacientes frente a posibles agresores.Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com