Gremca inició en 2023 un ambicioso proceso de renovación que ya suma 1.200 hectáreas y que proyecta duplicar hacia 2026. Este esfuerzo se acompaña de una apuesta decidida por la sostenibilidad pues fue la primera empresa palmera del mundo en certificarse bajo el estándar Corsia, que avala la producción de aceite para el Sustainable Aviation Fuel (SAF).Óscar Cifuentes, gerente general de Gremca, destacó que con esta certificación y el cumplimiento de la norma europea de no deforestación, la empresa no solo asegura su permanencia en los mercados internacionales, sino que también abre camino a una nueva etapa para la palma colombiana.(Vea: CPOPC invita a Colombia a integrarse a palmicultura mundial junto a Indonesia y Malasia)¿Cuál es el balance empresarial de Gremca?Este año económicamente va bien y en crecimiento pensamos que podemos aumentar, a pesar de muchas dificultades. En el 2023 arrancamos el proceso de renovación del cultivo porque nos llegó la enfermedad de pudrición de cogollo, que estaba acabando la variedad Guineensis.La renovación implica una pérdida de producción, huecos importantes de volumen y efectos de materia prima propia. Sin embargo, se han hecho ajustes para compensar lo que está pasando en términos productivos. La compañía ha mantenido los márgenes y este año esperamos estar un 7% por encima del año pasado. La fruta que hemos dejado de producir, la estamos comprando a terceros.¿Cómo se hizo ese proceso de renovación?Es un proceso paulatino. Actualmente llevamos 1.200 hectáreas de 4.000 y estimamos que para 2026 debemos cerrar con 2.200 hectáreas, es decir 1.000 hectáreas más. Acá lo importante es tratar de no afectar tanto el flujo productivo de la compañía, porque sin fruta nos cambia el panorama. La idea es ir compensando lo que está sucediendo en términos de la velocidad de la enfermedad, pero también anticipándonos a no quedarnos sin fruta.¿Cuánto exportan y cuánto es consumo local?Gremca en términos productivos tiene aceite de palma, aceite crudo de palma, aceite crudo de palmiste y torta de palmiste. El aceite de palmiste se exporta el 100%, el aceite crudo de palma se vende internacionalmente un 50%, el otro 50% se queda en Colombia y la torta de palmiste es de consumo local, para ganadería o empresas de alimentos de animales.Nuestro aceite tiene una particularidad y es que hacemos una segregación, es decir, aceites libres de Mosh y Moah, que son aromáticos de hidrocarburos. Más o menos un 60% del aceite producido está en esas condiciones, el cual es utilizado por mercados especializados, como por ejemplo para la leche de bebés. Por eso uno de nuestros aliados es Grupo Daabon. En términos generales, un 50% es nacional del cual un 20% es para biocombustibles y el otro porcentaje para consumo humano.(Vea más: Ganadería y caña, sectores que más sufren falta de seguridad)Gremca produce 32.000 toneladas anuales de aceite de palma, de las cuales el 50% se exporta.Cortesía¿Cuánto representa en volumen?Estamos produciendo alrededor de unas 32.000 toneladas al año de aceite de palma.¿Cómo participan en la parte de biocombustibles?Fuimos la primera empresa en el mundo que se certificó en el estándar Corsia, que es europeo del ente certificador del ISCC, para efectos de que la materia prima esté disponible para el Sustainable Aviation Fuel (SAF).La ruta escogida fue por incremento de productividad promedio de la región, del país y de la zona. Bajo esa valoración de cumplimiento de norma, ese excedente es el que puede estar destinado para este tipo de combustible, en efecto de tener una seguridad alimentaria que se mantenga.Más o menos en un año, de nuestra producción, entregamos alrededor de 3.000 toneladas de aceite para ese uso. Ecopetrol hizo unos desarrollos con la refinería Reficar e hicieron un ensayo con 32.000 galones, los cuales los compró Latam para su manejo. Al ser certificados, damos garantía de que la materia prima cumple toda la normativa de preservación, medio ambiente, cumplimiento de normas laborales, tenencia de la tierra, etc. Pero adicionalmente la seguridad alimentaria está garantizada.¿Qué falta?Falta que los actores se sigan alineando. Es necesario que Ecopetrol o el Gobierno, que nos ha venido dando muestras importantes en ese sentido, certifiquen la empresa o las refinerías, o los procesos que continúan después de recibir la materia prima.¿Por qué es importante la certificación?Aquí lo que se está buscando es disminuir la huella de carbono, especialmente en los combustibles de aviación. Afortunadamente hoy la tecnología para tomar aceites vegetales ya existe y en ese caso poder disminuir en gran medida la huella de carbono, contribuyendo a la descarbonización de los cielos.Quisimos ser los primeros para mostrarle al mundo que Colombia está preparada, que se cumplen estándares internacionales y motivar al sector y a los agricultores que esto es una realidad y que estamos listos para entrar en esa cadena de suministro.(Lea también: Fedepalma hace un llamado a la unidad, seguridad y desarrollo rural)Fue la primera empresa palmera del mundo certificada en el estándar Corsia para producir aceite destinado al SAF.Cortesía¿Todo se conecta con el Pacto Verde Europeo?Claro. La Unión Europea determinó la norma de no deforestación, se la impuso a varios productos: cacao, caucho, soya, madera, ganadería y palma. En ese sentido decidimos hacer un piloto con el ente certificador y logramos la obtención de este certificado.Nosotros desde el 2008 podemos demostrar que efectivamente nuestros cultivos y plantaciones no deforestan. También hay que cumplir una serie de requisitos en derechos humanos, además de todo el cumplimiento de la normativa ambiental, legal, laboral, tenencia de tierra, etc. Por eso fuimos la primera empresa palmera del mundo en obtener este certificado y es un mensaje muy importante para los mercados europeos, diciéndoles que ya estamos listos.¿Qué acciones han llevado a cabo?Por ejemplo, las energías que usamos en la compañía son sostenibles. Nuestro producto aparte de estar certificado, cumple las normas y protocolos y también agrega valor en sentido de huella de carbono. Tanto en la planta, como en el campo, las turbinas o los generadores de riego están alimentados con una granja solar de 2.2 megas, un sistema de biogás de 1.2 megas y una cogeneración con biomasa de 1 mega.También tomamos una decisión muy significativa y tiene que ver con el riego. El riego en los cultivos como la palma, que son extensiones grandes y donde tenemos un núcleo de 8.000 hectáreas, donde 4.000 son propias y el resto asociadas, decidimos hacerlo por goteo. Automatizamos este sistema, incluso con la incorporación de la nutrición.¿Tienen Inversiones planeadas?Ahorita estamos concentrados en la renovación, que es muy importante. Además, vimos que en el biochar no existe un equipo que procese los subproductos de la palma. Allí estamos desarrollando unos convenios muy importantes para innovar, donde hay gente de la academia y algunos laboratorios en Europa.La idea es concretar un desarrollo importante para la palma, viabilizando este manejo a través de estos equipos y tecnologías. Estamos en la renovación con el material híbrido y el tema de búsqueda de nuevas alternativas de manejo para los subproductos.(Lea: Sector palmicultor colombiano firma acuerdo de cooperación internacional)La compañía ya ha renovado 1.200 hectáreas y espera alcanzar 2.200 hectáreas en 2026Cortesía¿A ustedes cómo se les ha comportado el precio?Hasta ahora genera incertidumbre, porque el cambio de las reglas de juego generan precisamente eso. Pero hoy podemos decir que hay estabilidad. En términos de precios, han estado en un periodo relativamente bueno porque se han mantenido, lo que nos permite decir que el tema no nos afecta de manera importante.Sin embargo, esa volatilidad es la que genera ruido y estamos esperando que las cosas se normalicen, para hacer esas negociaciones de mediano plazo que contribuyen mucho a la estabilidad de los mercados y al desarrollo de las operaciones en términos de producción.¿Qué retos ven?El sector de la palma a nivel mundial viene sufriendo por temas de renovación, porque la tasa es muy baja. Las metas de plantaciones nuevas o de renovación no se han cumplido, lo que quiere decir que se va a seguir ampliando esa brecha entre oferta y demanda.También hay retos en la renovación generacional, porque la mano de obra se está escaseando y el desarrollo de los proyectos también. Allí deben salir nuevas formas y en buscar las maneras de que las nuevas generaciones se motiven en estas actividades agrícolas y continuar los negocios.¿Qué expectativas hay para el próximo año?En el cierre de año esperamos que todo salga bien y en el próximo hay que seguir trabajando en temas de productividad, en la apertura de mercados y en el aceite híbrido que tiene ventajas enormes. Hay un futuro muy importante y lo del SAF, si se consolida, esperamos que sea provechoso. Esta es la gran oportunidad que puede tener el país en términos de producción.Colombia creció en cultivos de palma cuando se hizo la política de biocombustibles. Esto puede ser lo mismo por efecto de la gran oportunidad que se tiene y le hemos dicho al país y a los actores que nosotros exportamos más o menos 600.000 toneladas y se pueden quedar aquí para hacer SAF. Eso contribuiría mucho al desarrollo social y al sistema económico del país, así que las esperanzas son todas y muy optimistas.(Vea más: Extender formalidad laboral en el agro, meta de Staffing)DIANA K. RODRÍGUEZ T. Periodista de Portafolio