El recuperado Salón Dorado fue escenario de un encuentro entre dos de las voces más potentes de la literatura latinoamericana. Mónica Ojeda y Luciana De Luca hablaron de miedos, monstruos y del lugar de lo femenino en la escritura. Desde avispas y moscas hasta cuerpos femeninos “monstrificables”, las autoras trazaron una cartografía del horror cotidiano.