La vida de los bailarines es extraña. Compleja muchas veces, solitaria otras tantas, pero satisfactoria para la mayoría de ellos. Están acostumbrados a trabajar bajo presión, a coser zapatillas en los aviones y a ensayar 'Rubíes' de George Balanchine por Zoom. Así, sin más. Es lo que han hecho Maia Makhateli, primera bailarina del Dutch National Ballet, y Lucas Erni, solista de la compañía de danza de Düsseldorf, para prepararse para la Gala Somos Arte de la Asociación de danza ADAM y la Fundación Hortensia Herrero celebrada el pasado sábado. «La coordinación la hicimos virtualmente: por WhatsApp, por llamadas, por video. Cuando ensayábamos solos, nos mandábamos grabaciones; cada uno explicaba qué le resultaba más cómodo, si había que ajustar la... Ver Más