Un despido laboral puede deberse a muchas causas, pero pocas veces los motivos resultan tan llamativos como los que se dieron en la pizzería de Vigo de esta noticia: un trabajador no solo falseó en varias ocasiones su horario de entrada y salida, sino que también decidió, en pleno turno, pedir una pizza a una cadena competidora (concretamente, de Domino’s) y comérsela, sin complejos, delante de los clientes del establecimiento.La combinación de estos hechos acabó en despido, y dicho despido terminó en los tribunales, donde la sentencia del juez no dejó lugar a dudas: el despido fue procedente.Los hechos que llevaron al despidoEl empleado había comenzado a trabajar en la pizzería en marzo de 2022. Más de un año después, en agosto de 2023, cometió dos irregularidades en el registro de jornada. En la primera ocasión, llegó 40 minutos tarde, pero anotó que había entrado a la hora habitual. En la segunda, se marchó a las 14:00 horas por encontrarse indispuesto, aunque registró su salida como si hubiera trabajado hasta las 16:00 horas, hora oficial de fin de jornada.Estos falseamientos, según el tribunal, suponían un perjuicio directo para la empresa, que tiene la obligación legal de llevar un control veraz de las horas trabajadas.Pero el episodio que lo desencadenó todo ocurrió poco después, durante uno de sus turnos. El trabajador manifestó a su jefe que tenía hambre, y este le ofreció un trozo de pizza del propio establecimiento. Sin embargo, el empleado rechazó el ofrecimiento y, en su lugar, encargó una pizza a Domino’s, uno de los competidores directos.Cuando llegó el pedido, la consumió en el mismo local, frente a clientes y compañeros, en un gesto que el tribunal interpretó como un desprecio explícito hacia la empresa y sus productos. En Xataka Si quieres acceder a WordPress.org tendrás que aceptar una polémica condición: que la pizza con piña está buena La batalla judicialEl trabajador no aceptó la carta de despido disciplinario que recibió en septiembre de 2023 y decidió llevar el caso a los tribunales. En primera instancia, el Juzgado de lo Social nº6 de Vigo desestimó su demanda y dio la razón al restaurante.Lejos de conformarse, el empleado recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, alegando que nunca había sido sancionado antes y que su comportamiento no alcanzaba la gravedad necesaria para justificar la extinción de su contrato.El TSJG se pronunciaEl TSJG ratificó la sentencia inicial y consideró que el despido era procedente. El tribunal señaló que los tres episodios —las dos manipulaciones del registro horario y el incidente de la pizza— tenían la suficiente entidad como para constituir una transgresión de la buena fe contractual.Sobre el episodio con la pizza de la competencia, los magistrados fueron especialmente duros: consideraron que no podía tratarse como un mero hecho aislado, sino como una acción deliberada que transmitía a los clientes la idea de que los productos de la pizzería eran de inferior calidad, dañando así su imagen.Según el fallo, se trataba de un gesto con "voluntad intencionada de perjudicar a la empresa". La acumulación de estas faltas fue calificada como grave y culpable, cumpliendo los requisitos que marca la ley para un despido disciplinario.El trabajador aún tiene la opción de interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo para la unificación de doctrina. Sin embargo, hasta el momento, la justicia gallega ha dejado claro que la suma de los incumplimientos cometidos justifica la pérdida de confianza y, con ello, el despido.Más allá de lo anecdóticoEl caso, más allá de lo anecdótico, pone sobre la mesa varias cuestiones de interés laboral:El registro horario: su manipulación constituye un incumplimiento grave, ya que afecta tanto a la organización interna como al cumplimiento de la normativa vigente.La lealtad hacia la empresa: aunque no existe obligación de consumir los productos de la compañía, recurrir de forma pública y ostentosa a los de la competencia durante la jornada laboral puede ser interpretado como un daño a la imagen corporativa.La proporcionalidad del despido: los tribunales valoran la reiteración y/o la intencionalidad de las conductas, no solo los hechos aislados.Vía | Huffington PostImagen | Marcos Merino mediante IAEn Genbeta | La despidieron en el acto por llamar imbécil a su jefe. Ahora un juez le otorga 35.000 euros de indemnización por despido improcedente (function() { window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {}; var headElement = document.getElementsByTagName('head')[0]; if (_JS_MODULES.instagram) { var instagramScript = document.createElement('script'); instagramScript.src = 'https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js'; instagramScript.async = true; instagramScript.defer = true; headElement.appendChild(instagramScript); } })(); - La noticia Avalan en Galicia el despido de un pizzero que falseó horas… y se comió una pizza de la competencia frente a los clientes fue publicada originalmente en Genbeta por Marcos Merino .