Lo que hasta hace poco parecía una fantasía de ciencia ficción ya está despegando, literalmente, en el mundo real; luego de que la startup europea Volonaut, fundada por el empresario polaco Tomasz Patan, anunciara el inicio de la preventa de su más reciente creación, inspirada en una de las sagas de cine más grandes de la historia.Se trata de la Airbike, una motocicleta voladora que parece sacada directamente del universo de Star Wars y con un diseño futurista, compacto y sin hélices expuestas, ya está en producción y las primeras unidades podrían entregarse en los próximos meses.Consulte aquí: Crisis fiscal: el déficit del Gobierno rompe récord y la caja se agotaNo obstante, según han dicho en sus redes sociales, el precio de este vehículo no es apto para todos los bolsillos, ya que asciende a los USD$880.000, es decir, casi un millón de dólares, lo que la posiciona como un objeto de lujo para los entusiastas de la innovación y la aviación personal.Una moto que vuela sin alas ni rotoresA diferencia de otros intentos de movilidad aérea personal, la Airbike no utiliza rotores gigantes ni hélices giratorias visibles. En su lugar, incorpora cuatro microturbinas con empuje vectorial, una tecnología que le permite despegar, mantenerse estable y maniobrar con precisión.Este vehículo marca un hito en la historia del transporte en el mundo.Cortesía - VolonautEl vehículo ha sido construido con fibra de carbono y piezas elaboradas mediante impresión 3D, lo que lo hace extremadamente liviano (40 kilos) y altamente resistente y uno de los elementos más sorprendentes del modelo es su sistema de estabilización automática, operado por un ordenador de vuelo que asiste al piloto en todo momento.Gracias a esta innovación, no es necesario contar con experiencia previa en aeronáutica o pilotaje de drones, ya que el vehículo prácticamente se pilota solo.Puede interesarle: Nueva ‘guerra’ de tarifas en el mercado de la telefonía móvil: este es el panorama“El diseño de la cabina también es disruptivo. No hay pantallas ni mandos visibles, lo que permite una visión panorámica de 360 grados, sin distracciones ni interfaces complejas. El resultado es una experiencia de vuelo más intuitiva y visualmente limpia, alineada con la estética futurista que inspiró su desarrollo”, explicaron desde Volonaut.Velocidad y rendimientoLa Airbike está diseñada para transportar a una sola persona y puede alcanzar una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora. Así mismo, está pensada como un vehículo ultraligero para movilidad aérea personal, con capacidad para despegar en vertical, flotar en modo estacionario y desplazarse a gran velocidad por trayectos cortos o interurbanos.Este vehículo marca un hito en la historia del transporte en el mundo.Cortesía - VolonautAunque por ahora solo se producirán unas pocas unidades, Volonaut asegura que el modelo es completamente funcional y operativo, sin renders ni promesas vacías y que las pruebas ya se han realizado y el proceso de fabricación se inicia formalmente en agosto de 2025.Sin embargo, la llegada de este tipo de vehículos plantea dudas regulatorias importantes, ya que no está claro si su uso requerirá una licencia de piloto tradicional, o si las autoridades deberán diseñar un nuevo tipo de certificación específica para este tipo de aeronaves personales y hasta el momento, la Airbike no encaja en ninguna categoría oficial de transporte, ni como vehículo terrestre ni como aeronave certificada.Otras noticias: Segundo día del paro minero: manifestantes, a la expectativa de reunión con el GobiernoLa Volonaut Airbike se une a una carrera global por liderar la próxima generación de movilidad aérea individual y aunque su precio la convierte en un lujo inaccesible para la mayoría, su sola existencia marca un hito tecnológico, una nueva era que parece comenzar con cada microturbina encendida, con cada despegue que desafía la lógica terrestre.De esta forma, el sueño de volar sobre el tráfico, de desplazarse por los cielos sin helicópteros ni aviones, ya no pertenece solo a los universos de Star Wars o Blade Runner; sino que está aquí, con nombre propio, y cuesta casi un millón de dólares.DANIEL HERNÁNDEZ NARANJOPeriodista de Portafolio