Aranceles, caída del consumo y del gasto turístico, debilidad en los resultados empresariales, presión sobre los márgenes, cambios en las preferencias de los consumidores y mayor sensibilidad al precio. Todo ello con un euro fortalecido como telón de fondo. El sector del lujo, que logró capear la inflación gracias a su aura de exclusividad, ha dejado de seducir a los inversores: cae ya un 12,5% en lo que va de año y lidera los recortes en las Bolsas europeas. Seguir leyendo