¿Puede una IA redactar leyes? Los primeros pasos hacia una legislación asistida por algoritmos en Europa

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La posibilidad de que una inteligencia artificial (IA) redacte leyes parece sacada de una novela de ciencia ficción, pero Europa ya está dando los primeros pasos en esa dirección. Aunque aún no existen leyes redactadas de principio a fin por una IA, la Unión Europea (UE) está experimentando con herramientas algorítmicas que podrían transformar la forma en que se escriben, revisan y aprueban las normas que rigen nuestras sociedades.El papel actual de la IA en la legislaciónHablar de «IA redactando leyes» no significa que un robot sustituya a un legislador. Más bien, la IA se está utilizando como asistente legal inteligente, apoyando tareas repetitivas y técnicas. Entre estas tareas se incluyen:Generar resúmenes de proyectos de ley.Verificar la coherencia legal con otras normativas.Detectar errores y contradicciones en los textos.Imaginemos a la IA como un corrector automático con esteroides, capaz de comparar cientos de leyes a la vez, sugerir mejoras y detectar inconsistencias que podrían pasar desapercibidas incluso para equipos expertos.LEOS: el software abierto que marca el caminoUno de los desarrollos más relevantes es LEOS (Legislation Editing Open Software), una plataforma de código abierto creada por la Comisión Europea. Esta herramienta sirve como editor especializado para quienes redactan leyes. La idea es integrarle funcionalidades de IA que faciliten tareas como:Revisar si un país ha transpuesto correctamente una directiva europea.Evaluar la preparación digital de un texto legislativo.Analizar provisiones transitorias y derogaciones.En lugar de reemplazar al legislador, LEOS permite que este trabaje de forma más eficiente, como si un abogado tuviera a un asistente jurídico digital 24/7.Estudio clave: Universidad de Bolonia y los 30 usos inteligentes de la IAEn 2021, la Comisión Europea junto a la Universidad de Bolonia lanzó un estudio titulado Drafting legislation in the era of AI and digitisation. Este identificó 30 funcionalidades inteligentes de la IA aplicables a la redacción legislativa, agrupadas en tres categorías:Soporte a la redacción legalCorrección gramatical avanzadaGeneración automática de resúmenesSugerencias de estructura normativaCoherencia y regulación mejoradaVerificación de conformidad con leyes previasRevisión de normas derogadas o duplicadasAnálisis del ecosistema legalEvaluación de la preparación digital de una leyAnálisis comparado de legislaciones europeas usando datos de EUR-LEXCasos piloto y resultadosEl estudio no se quedó en lo teórico. Se aplicaron cuatro pilotos prácticos con datos reales:Análisis de corregenda (errores legales corregidos posteriormente).Verificación de transposición legal por parte de los Estados miembros.Estudio de derogaciones y transiciones legales.Evaluación de madurez digital legislativa.Los resultados muestran que la IA puede agilizar procesos, reducir errores y mejorar la calidad de los textos legales, aunque siempre con intervención humana.Beneficios tangibles (y cotidianos)Pensemos en la redacción legislativa como una gran receta de cocina. El chef (el legislador) necesita ingredientes (datos legales) y un recetario (marco normativo). La IA podría actuar como un sous-chef que ya trae los ingredientes medidos, sugiere combinaciones y avisa si algo no cuadra con las instrucciones originales.Entre los beneficios concretos de usar IA se encuentran:Ahorro de tiempo: menos trabajo repetitivo para el personal técnico.Mayor coherencia: se evita que una ley contradiga otras existentes.Mejor acceso: los resúmenes automáticos ayudan a ciudadanos y legisladores a comprender textos complejos.Obstáculos y dilemasNo todo son buenas noticias. Existen riesgos importantes:Alucinaciones de la IA: a veces los modelos generan información incorrecta.Sesgos: si la IA se entrena con datos parciales, puede reproducir injusticias.Falta de transparencia: los algoritmos no siempre explican cómo llegan a sus conclusiones.Por eso, los expertos insisten en la supervisión humana constante, especialmente cuando están en juego derechos fundamentales.Regulación: El AI Act como hoja de rutaPara evitar abusos, la UE ha aprobado el AI Act, en vigor desde agosto de 2025. Este reglamento:Clasifica las aplicaciones de IA según su nivel de riesgo.Prohíbe aquellas de alto riesgo, como el reconocimiento facial en espacios públicos.Establece requisitos de transparencia para aplicaciones de riesgo medio.Permite el uso libre (pero responsable) de herramientas de bajo riesgo, como los asistentes de redacción legislativa.Enfoques técnicos: LLM vs. modelos híbridosAunque los modelos de lenguaje grandes (LLM) como ChatGPT ofrecen ventajas, la Comisión Europea ha advertido que no son suficientes para redactar leyes por sí solos. Se prefiere un enfoque híbrido, que combine:Procesamiento de lenguaje natural (NLP)Algoritmos jurídicos específicosRevisión y validación humanaEste enfoque modular permite adaptar mejor la IA a diferentes idiomas, contextos jurídicos y tipos de legislación.¿Hacia dónde vamos?La IA no va a reemplazar al legislador, pero sí puede convertirse en su herramienta más poderosa. Como una calculadora para un matemático, o un GPS para un conductor, la IA en el ámbito legal promete hacer más rápido, preciso y accesible el proceso legislativo.El reto está en equilibrar eficiencia con garantías democráticas. La próxima década será clave para definir cómo usamos estas herramientas sin comprometer la calidad, la inclusión ni la legitimidad de nuestras leyes.La noticia ¿Puede una IA redactar leyes? Los primeros pasos hacia una legislación asistida por algoritmos en Europa fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Juan Diego Polo.